viernes, 1 de noviembre de 2013

139JC - Diccionario Enciclopédico B (bhima2)


Bhīṣma: El más poderoso y anciano guerrero de la Batalla de Kurukṣetra; es reconocido como una de las principales autoridades en el servicio devocional que se le presta al Señor. [1º]

BhīṣmaUn gran devoto del Señor y miembro mayor de la familia de la dinastía Kuru.// Abuelo de los Pāṇḍavas y guerrero más poderoso de la batalla de Kurukṣetra; se le acepta como una de las principales autoridades en el servicio devocional al Señor.

bhīṣma.   Bhīṣma  (C. 1º, Cap. 15, V. 15).

Bhīṣma:   Un gran devoto del Señor y miembro mayor de la familia de la dinastía Kuru (Bg.).

Bhīṣma.  “Terrible”. Hijo de Santanu y Ga‰gā.

Bhishma.  The  terrible. Son  of King Shantanu  by the holy  river Ganga, and therefore called Shantanava, Gangeya, and Nadija, meaning "the river-born." When King  Shantanu was very old he desired to  marry a young and beautiful wife. His  son Shantanava or Bhishma found a  suitable young woman, but her parents objected  to the marriage  because Bhishma was heir  to the throne, and  if she  bore  sons they  could not  succeed.  To gratify  his father's desires, he made a vow to the girl's parents that he would never accept the throne, nor marry a  wife, nor become the father of children. Shantanu then married the woman, whose  name was Satyavati, and she bore him two sons. At the death of his  father, Bhishma placed the older son upon the throne, but he  was headstrong  and was  soon killed  in battle.  The other  son, named Vichitraviryya,  then succeeded,  and  Bhishma acted  as his  protector and adviser. By  force of  arms Bhishma obtained  two daughters of  the king of Kasi and  married them to  Vichitraviryya, and when that  prince died young and  childless,  Bhishma acted  as  guardian  of his  widows. By  Bhishma's arrangement,  Krishna  Dvaipayana, who  was  born of  Satyavati before  her marriage, raised  up seed to his half-brother.  The two children were Pandu and Dhritarashtra.  Bhishma raised them and  acted as regent of Hastinapura for them.  He also directed the training  of their respective children, the Pandavas  and  Kauravas.  When  the  split  took place  between  the  rival families, Bhishma  counselled moderation  and peace. When the  war began he took the  side of the Kauravas, the sons of  Dhritarashtra, and he was made commander-in-chief of  their army.  He laid down some  rules for initiating the horrors of war,  and he stipulated that he should not be called upon to fight against  Arjuna. Goaded by the  reproaches of Duryodhana, he attacked Arjuna  on  the  tenth  day of  the  battle.  He  was  unfairly wounded  by Shikhandin,  and was  pierced  with innumerable  arrows from  the  hands of Arjuna,  so  that there  was  not  a space  of  two  fingers' breadth  left unwounded in  his whole body. When  he fell from his  chariot he was upheld from  the ground  by the  arrows and  lay as  on a  couch of darts.  He was mortally wounded,  but he had obtained the power of  fixing the time of his death, so he survived fifty-eight days, and delivered several long didactic discourses. Throughout his life, Bhishma exhibited a self-denial, devotion, and fidelity which remained  unsullied to the last. He is also known by the appellation Tarpanechchhu, and as Talaketu, meaning "palm banner."

Bhishma. El terrible. Hijo del rey Shantanu por el sagrado río Ganges y por lo tanto, llamado Shantanava, Gangeya y Nadija, lo que significa "el río nacido." Cuando era muy viejo, el rey Shantanu deseaba casarse con una mujer joven y hermosa. Su hijo Shantanava o Bhishma encontró a una mujer joven adecuada, pero sus padres se opusieron a la Unión porque Bhishma era heredero al trono, y si ella daba a luz sus hijos deberían ser coronados. Para satisfacer los deseos de su padre, hizo una promesa a los padres de la chica que él jamás aceptaría el trono, ni se casaría con una mujer, ni seríal padre de ningún hijo. Shantanu entonces se casó con la mujer, cuyo nombre era Satyavati, y ella le dio dos hijos. A la muerte de su padre, Bhishma había colocado al hijo mayor en el trono, pero era testarudo y pronto fue matado en batalla. El otro hijo, llamado Vichitraviryya, fue coronado después, y Bhishma actuó como su protector y consejero. Por la fuerza de las armas Bhishma obtuvo a dos hijas del rey de Kasi y las casó con Vichitraviryya, y cuando el príncipe murió joven y sin hijos, Bhishma actuó como guardián de sus viudas. Por arreglo de Bhishma, Krishna Dvaipayana, quien nació de Satyavati antes de su matrimonio, tuvo relación con las dos viudas de su medio hermano. Los dos niños fueron Pandu y Dhritarashtra. Bhishma los crió y actuó como regente de Hastinapura para ellos. También dirigió la formación de sus hijos respectivos, los Pandavas y los Kauravas. Cuando hubo confrontación entre las familias rivales, Bhishma aconsejó moderación y paz. Cuando comenzó la guerra tomó el lado de los Kauravas, los hijos de Dhritarashtra, y fue nombrado comandante en jefe de su ejército. Estableció algunas reglas para iniciar los horrores de la guerra, y estipuló que él debería no ser llamado a combatir Arjuna. Incitado por las reprobaciones de Duryodhana, atacó a Arjuna en el décimo día de la batalla. Él fue herido injustamente por Shikhandin y fue atravesado con innumerables flechas de las manos de Arjuna, así que no había un espacio de amplitud de dos dedos que pudiera albergar más flechas, en todo su cuerpo. Cuando se cayó de su carro se fue afirmado en el suelo por las flechas y puso una cama de flechas donde el reposó durante toda la guerra del Mahabharata. Estaba mortalmente herido, pero él había obtenido el poder de fijar el momento de su muerte, así que sobrevivió durante cincuenta y ocho días y había dado varios discursos extensos y didácticos. A lo largo de su vida, Bhishma exhibió una abnegación, devoción y fidelidad que continuó inmaculado hasta el último día de su vida. También es conocido por la denominación de origen Tarpanechchhu y como Talaketu."

BHISMA: (Conversación entre Bhisma y Yudhisthira)

El Dharma de un rey.

Yudhiṣṭhira habla con Bhīṣma (un hombre que hizo el voto de castidad).

Los sabios han dicho que los deberes de un rey constituye la ciencia más elevada. Por favor, háblame acerca de los deberes de un rey.

El primer deber de un rey es adorar a los brahmanes y a los dioses. Un rey, esencialmente debe ser un hombre de acción. Debes haber oído decir a muchos que el destino gobierna al rey. Pero seria una tontería que pensaras así, el destino solo juega una parte, te lo puedo asegurar. Sin ejecutar acciones un rey jamás puede ayudar a que el destino juegue su parte. El destino es poderoso pero la acción es igualmente poderosa, ambos juegan un papel prominente, pero yo creo que la acción es más potente que el destino. Es la acción la que le da forma al destino.

El siguiente deber de un rey, igual al anterior en importancia, es la verdad. Si quieres inspirar confianza a tus súbditos, has de amar la verdad y obrar en consecuencia.

Un rey debe ser el compendio de todos los logros, su comportamiento debe estar libre de todo reproche. Autodominio, humildad y justicia son las cualidades que se han de encontrar en un rey para que este tenga éxito; debe tener sus pasiones perfectamente bajo control.

Justicia debe ser la segunda naturaleza del rey. Y hay tres cosas más que un rey debe cultivar: debe saber cómo ocultar cuidadosamente sus propias debilidades, por debilidad me refiero a la debilidad de su propio reino, debe tomarse el trabajo de averiguar las debilidades de sus enemigos y de tratar muy cuidadosamente de mantener en secreto sus planes.

El rey debe ser muy recto. Otro peligro para el rey es la mansedumbre: no debe ser demasiado manso, pues sus súbditos no le tendrán suficiente respeto y no le obedecerán. Pero también debe evitar el otro extremo, no debe ser demasiado fiero porque si no sus súbditos le tendrían miedo y eso no les permitiría ser felices.

Un rey debe conocer el arte de escoger a sus sirvientes. La compasión debe ser una de sus cualidades, pero debe cuidarse bien de no caer en la permisividad exagerada. Si lo ven débil, los hombres bajos se aprovecharan de él y de su naturaleza permisiva. Estar alerta es algo completamente necesario para un rey; ha de estudiar incesantemente a sus enemigos, al igual que ha sus amigos.

Un rey debe considerar que su primer deber son sus súbditos. Les debe cuidar igual que una madre cuida al niño que tiene en el vientre. ¿Acaso una madre piensa en complacerse a sí misma cuando tiene al niño en el vientre? Todos sus pensamientos irán dirigidos al niño y su bienestar. Así pues, el rey debe subordinar sus apetencias y deseos, a los de sus súbditos; el bienestar de ellos debe ser su única preocupación.

Un rey debe tener cuidado de no depositar confianza implícita en nadie. Sus más íntimos pensamientos deben permanecer ocultos para sus seres más cercanos y queridos y no debe confiar a nadie sus decisiones.

Un rey debe ser sabio al tratar los seis siguientes problemas: el primero es hacer las paces con un enemigo que sea más fuerte, el segundo es considerar la posibilidad de hacer la guerra con otro que sea igual a él en fuerza o invadir el país de otro que sea más débil que él, igualmente debe usar su discriminación y debe estar preparado para refugiarse en su fortaleza en el caso que su situación sea vulnerable, el cuarto es el más importante de los seis y consiste en causar  desconcierto entre los jefes y altos mandos del país enemigo, el quinto es tener espías diestros a su servicio, para averiguar los secretos del enemigo, y el último consiste en sobornar y engañar a los oficiales del enemigo para granjearse su amistad y ponerles de su lado.

Un rey debe ser agradable en su forma de hablar y debe rodearse de personas que sean iguales a él en naturaleza y nobles virtudes. La única diferencia entre el rey y sus oficiales debe ser la sombrilla blanca con que se le cubre.

El mejor rey es aquél cuyos súbditos viven en libertad y felicidad, como si viviesen en la casa de su padre. Cuando disfrutan de paz y alegría no hay maldad, falsedad, deshonestidad, ni tampoco envidia.

El papel principal de un rey es proteger a sus súbditos y su felicidad, y no es fácil asegurar la felicidad de su pueblo, ha de valerse de diversos métodos.

Un rey debe ser hábil en el arte de escoger hombres honestos para ocupar importantes puestos oficiales. Habilidad, inteligencia y verdad son las tres cualidades necesarias en un rey. Debe ordenar que restaure las casas viejas y los edificios derruidos al igual que las casas habitadas, si quiere ganarse el aprecio de sus súbditos. Debe saber cómo usar sus poderes para corregir a los maleantes con castigos corporales y multas.

Un rey debe recordar que su tesorería debe estar siempre llena. El mismo debe supervisar personalmente lo que hacen sus oficiales, nunca debe confiar implícitamente en los guardianes de la ciudad.

Debe provocar la deslealtad entre las gentes que viven en el país enemigo, al igual que granjearse amigos y conseguir aliados en dicho país.

Debe engrandecer a su ejército continuamente y en total secreto. Un rey jamás podrá proteger a su reino valiéndose de la candidez y la simplicidad. Un rey al tiempo que cándido, ha de ser astuto; debe emplear astucia y trucos para someter a sus enemigos, pero todo ha de permanecer oculto bajo una apariencia exterior de candidez.

Mito del rey

Yudhiṣṭhira preguntó:

¿Cómo comenzó a usarse la palabra RAJAN para dirigirse a un rey?

Un rey es como cualquier otro hombre de la tierra, su cuerpo, sus sentidos y todo cuanto posee no se diferencian en nada de todos los demás. Su comprensión y su inteligencia es muy similar a la de muchos otros. Tiene los mismos gozos y tristeza, y vive el mismo número de años que cualquier hombre que vive sobre la tierra. ¿Por qué se le considera diferente? En el mundo hay hombres que son muy superiores a él en inteligencia, bravura y muchas otras dotes personales y, sin embargo, este hombre gobierna a los otros que son superiores a él. ¿A qué se debe que exista la norma de que un hombre ha de ser obedecido por todos los otros?

Bhīṣma:

Te responderé a eso. Al principio no había ningún rey, ni ningún castigo. Entonces no hacían faltas ningunas de esas dos cosas; todos los hombres eran justos y se protegían unos a otros. Sin embargo, con el transcurso del tiempo los corazones de los hombres comenzaron a ser invadidos por el error, y en cuanto el error entra en el corazón de un hombre, la mente comienza a oscurecerse y el sentido de lo justo y lo injusto comienza a desvanecerse. Y esto fue lo que ocurrió con los hombres hace mucho tiempo.

La codicia fue el primer invitado que entró en sus corazones. Cuando la codicia cobró vida, los hombres comenzaron a desear cosas que no les pertenecían. La siguiente pasión que siguió fue la lujuria, pero la lujuria nunca puede existir sola, siempre ha de tener un compañero, y así surgió la ira. Y tan pronto como estas terribles pasiones encontraron un lugar en los corazones de los hombres, la justicia tuvo que batirse en retirada. Además, junto con esta confusión sucedió otra  gran calamidad: los Vedas desaparecieron. La justicia se había perdido completamente. Los dioses entonces estaban sobrecogidos por el miedo y se dirigieron a Brahma Pitamaha y le dijeron: "Fíjate en el mundo que has creado, mi señor". Está amenazado de destrucción. ¡Por favor, sálvalo y sálvanos a nosotros! "Brahmā les aseguró que encontraría una forma de hacerlo, y lo que hizo fue componer un tratado que constaba de cien mil lecciones, donde hablaba sobre el Dharma, el Artha, el Kama y el Moka, describiendo cada tema con gran profusión de detalles, formulando las normas de corrección. Los principales aspectos de este tratado sobre corrección versaban sobre castigos de dos clases: castigo público y castigo secreto. Contenía explicaciones sobre la riqueza de los comerciantes y mercaderes, aumento de las penitencias por parte de los ascetas y la destrucción de los ladrones y los malvados. Había una rama que trataba de todas las observaciones religiosas, y otra que trataba extensamente sobre asuntos de legislación y el comportamiento que se había de esperar de los consejeros, de los espías, de los agentes secretos y de los mensajeros, al igual que de los diferentes modos de conciliación. Se describían todos los diferentes modos y maneras de impedir que los hombres se desviasen del camino de la justicia y honestidad, tal y como se describía allí.

Después de componer aquel tratado Brahma dijo: "He compuesto esto para el bien del mundo, para el establecimiento y la propagación del Dharma, Artha y Kama, para que así los hombres acumulen Moka. Complementado por el castigo, esto protegerá al mundo. Los hombres serán  principalmente guiados por el castigo, por eso este tratado ser llamado Dandaniti".

"Fue estudiado y abreviado por varios de los dioses, el primero de ellos fue Śaṅkara, y finalmente, cuando iba a ser entregado al mundo Śukra, dotado de gran sabiduría, recapacitó sobre la brevedad de la vida humana sobre la tierra y en consecuencia abrevió aún más la obra, hasta que finalmente sólo contenía cien lecciones. Los dioses entonces se presentaron ante Viṣṇu y le dijeron: "Señor" Indícanos un hombre sobre la tierra que merezca ser superior al resto".

Nārāyaṇa dijo: "Yo tomaré el cuerpo de un hombre y él, al igual que todos los que nazcan de su linaje, serán señores del mundo".

"Así pues, con el tiempo hubo un rey que se llamó Vera, de cuyo brazo derecho nació un hombre que era como el segundo Indra en apariencia y divinidad. Nació con su cuerpo cubierto por una guerrera de anillos y todas las armas, era un experto en todas las artes y en los Vedas. Los is le eligieron como el gobernante del mundo. Y entre los hombres había el sentimiento de que él era el octavo hijo de Señor Viṣṇu.

Su nombre fue Prithu. El niveló la superficie de la tierra, y Viṣṇu y todas las deidades se reunieron para coronar a Prithu como rey. Incluso la misma tierra tomó una forma y apareció ante él con tributos de joyas y piedras preciosas, Prithu dio leche a la tierra valiéndose de una vaca, e hizo que produjese siete tipos de cosechas para alimentar a todas las criaturas vivientes. Hizo que todos los hombres tuvieran en cuenta el Dharma como lo principal ante todo.

"Y debido a que todo el mundo estaba complacido con él se le llamó RAJAN". Porque curó las heridas de la gente afligida se le llamó KSHATRYA. Y también, debido a que la tierra conoció la gloria del triunfo de la virtud prevaleciendo sobre todo, en el tiempo de su reinado, se le llamó "PRITHIVI".

Viṣṇu había entrado en el cuerpo de aquel monarca. Cuando un hombre puro consume, durante su estancia en el cielo, todo el punya adquirido por sus buenas acciones, desciende del cielo a la tierra y nace como un rey. Una persona así es de verdad un gran hombre, y es una porción de Viṣṇu en la tierra. Tiene una heredad de su divina inteligencia y es superior a todos los demás. Los dioses le establecen en esa posición y no ha de ser menospreciado. Esa es la razón por la que el mundo no puede darle órdenes, sino recibir ordenes de él. Por eso la multitud ha de obedecer sus palabras y sus mandatos, aunque sea como cualquier otro.

Yudhiṣṭhira preguntó:

¿Cuales son los principales deberes de los súbditos?

- Bhīṣma:

- Su primer deber es elegir un rey y celebrar su coronación. Para mantener la tesorería, los súbditos han de dar una quinceava parte de sus animales y metales preciosos y una décima parte de su grano. Entre ellos deben elegir aquellos que son diestros en el uso de las armas para ayudar al rey en el mantenimiento de su ejército. Una cuarta parte de los méritos del pueblo se le otorgará al rey, e igualmente se le hará al rey responsable de la cuarta parte de la mala conducta de su pueblo. Al igual que un discípulo se comporta con humildad ante la presencia de su preceptor, igualmente, un súbdito debe ser humilde ante el rey. Un rey que es honrado con sus súbditos será naturalmente respetado y temido por sus enemigos.

Yudhiṣṭhira preguntó:

¿Qué otros deberes especiales debe considerar un rey?

Bhīṣma:

Un rey debe ante todo saber cómo controlarse a sí mismo, una vez conseguido esto debe intentar someter a sus enemigos. La victoria sobre los cinco sentidos se considera como la más importante de todas las victorias. Sólo un rey que ha conseguido eso es capaz de conquistar a sus enemigos. Un rey debe contar con un gran número de soldados en su fortaleza, sus ciudades, sus fronteras y todos los lugares importantes de su reino.

Tanto los pensamientos como las acciones, las decisiones y los espías de un rey, deben mantenerse en secreto. Nadie debe conocerlos y mucho menos el enemigo. Sus espías deben parecer imbéciles, o simular que son ciegos o sordos. Deben ser hábiles y sabios. El rey debe asegurarse de eso antes de aceptarlos, deben ser hombres duros, capaces de soportar tribulaciones tales como frío, el calor y el hambre. El rey debe ponerle espías a sus consejeros, a sus amigos e incluso a sus propios hijos. Los espías no deben conocerse entre ellos. En el momento en que un rey sepa que su enemigo es más fuerte que él, debe tratar de hacer las paces con él. Y si está seguro de su propia fortaleza, debe de reunir a un gran ejército y ponerse en marcha en contra de aquel que no tiene aliados, o que está envuelto en una guerra contra otro. El rey debe saber cómo tomarlo por sorpresa, no debe dudar de hostigar el reino del enemigo con armas, fuego y veneno.

El rey debe recoger la sexta parte de los ingresos de sus súbditos para el mantenimiento del ejército que les protege. Los súbditos del rey son sus niños, pero ha de prevenirse de no ser demasiado compasivo al castigarlos por su mal comportamiento.

Los hombres honestos que son absolutamente dignos de confianza deberían ser asignados como administradores de la justicia, la fortaleza de los cimientos de un estado radica en la recta administración de la justicia.

No debería haber duda alguna en cuanto a la verdad de que es el rey el que hace la época y no la época la que hace al rey. Cuando un rey gobierna confiándose entera y estrictamente en la ciencia del castigo (Dandaniti), se dice que se establece el Kritayuga o Satyuga, la mejor de todas las eras. Durante el Satyuga la justicia prevalece ante todo, la injusticia ni siquiera existe. La tierra da cosecha sin tan siquiera ser cultivada y las hierbas y plantas crecen frondosamente y en abundancia. Todas las estaciones son deliciosas, en la tierra entera reina la paz y nada más que la paz.

Cuando el rey lleva a cabo sólo tres de las cuatro partes de este Dandaniti, aparece la era de Tretayuga. Una cuarta parte del Dharma ha desaparecido y una porción de Adharma ha entrado. En esta era la tierra produce cosechas pero espera a que se la cultive, las hierbas y las plantas crecen pero sólo si se las cuida, la cosecha ya no es espontánea.

Cuando el rey sigue sólo la mitad del tratado de Dandaniti, la era que aparece es Dvapara; la mitad de la justicia se ha disipado siendo reemplazada por la injusticia, equiparándose a partes iguales el Dharma y el Adharma existentes en la tierra.

En esa época la tierra, incluso aunque sea cultivada, tan sólo produce la mitad de la cosecha.

Y cuando el rey ignora el edicto de Brahma y empieza a oprimir al pueblo, aparece el Kaliyuga; la injusticia y el desmán reinan por todas partes sin que quede rastro de justicia. El mundo se convierte en el hogar de la anarquía y las enfermedades someten al hombre haciéndole morir prematuramente. Las nubes no sueltan su lluvia en las estaciones y las cosechas se pierden: el rey es la causa de los diferentes yugas.

Yudhiṣṭhira preguntó:

¿Qué se dice acerca de la riqueza y el rey?

Bhīṣma:

Los Vedas han declarado que la riqueza de todas las personas pertenece al rey, con la sola excepción de los brahmanes; es el deber de un rey mantener a todos los brahmanes.

Yudhiṣṭhira:

Nada, ni siquiera la más insignificante de las acciones, puede ser realizada por un hombre si no se le ayuda. Esto es también cierto en el caso de alguien que trate de gobernar un reino. En ese cometido, mucho depende del ministro del rey.

Dime, ¿cuales son las características que debe tener un ministro y cuáles son sus deberes? ¿Qué tipo de persona merece la entera confianza de un rey?

Bhīṣma:

Los amigos de un rey se pueden clasificar en cuatro tipos: el primero es la persona cuyos objetivos coinciden con los del rey, el segundo es aquel que se entrega al rey, el tercero es el pariente del rey debido a su nacimiento y el cuarto es aquel que el rey ha aplacado y se ha ganado con regalos. Hay un quinto que es aquella persona justa que con firmeza sirve únicamente a la justicia, evitando en todo momento el doble juego. A este hombre el rey jamás podrá confiar planes en los que exista el peligro de que no sean aprobados por él. Un rey que quiere tener éxito ha de ser justo al tiempo que injusto, dependiendo de las circunstancias. Por eso no puede ser demasiado cuidadoso en lo  concernientes a estos amigos. Un malvado puede parecer ser honesto y un hombre honesto puede parecer, e incluso llegar a ser, deshonesto. Ningún hombre conserva siempre el mismo estado mental. No se debería confiar en nadie completamente. Confiar completamente en los ministros no es una postura sabia, al igual que es erróneo un excesivo deseo de confianza. Así pues, la política de un rey debe ser confianza y desconfianza al mismo tiempo. Un rey debería temer a sus parientes igual que teme a la muerte. Un pariente jamás podrá soportar ver la prosperidad del rey. Aunque también es desafortunado el rey que no tiene parentela. La política es desconfiar de ellos en el corazón, pero comportarse como si se confiase en ellos completamente.

¿Cuáles deben ser las características de los legisladores, los ministros de la guerra, los cortesanos y los consejeros del rey?

Bhīṣma:

Los legisladores deberán ser personas modestas, auto controladas,  sinceras y amantes de la verdad. Deberían tener coraje suficiente para decir lo que se ha de decir. Los ministros de la guerra deberían ser aquellos que estén siempre al lado del rey, deberían ser muy valientes y deben pertenecer a la casta más alta, han de ser cultos, al tiempo que severos con las faltas en cuanto a lo que concierne al rey. Los cortesanos han de ser de alto linaje y el rey debe honrarlos siempre, deben ser personas que en su corazón velen por el interés del rey, jamás deben abandonarles sea cual sea la circunstancia.

Los oficiales del ejército también deben ser de alto linaje, nacidos en el país del rey y dotados de sabiduría, cultura y belleza de formas y ademanes. Deben seguir un comportamiento sin tacha y han de estar entregados a su rey.

Cuatro brāhmaṇas  bien ilustrados en los Vedas, de gran dignidad,  de comportamiento puro y sin mácula y pertenecientes a la orden Snataka; ocho kṣatriya de potente fortaleza física y expertos en el uso de todas las armas; veintiún vaiśyas, poseedores todos de abundante riqueza; tres śūdras dotados de humildad y conducta pura; y un hombre de la casta Suta: todos estos componen el cuerpo de ministros de un rey. Todos ellos han de tener cincuenta años o más.

El castigo se ha de aplicar a los ofensores de acuerdo al tamaño de la ofensa. Los adinerados deberán pagar una multa y sus propiedades deberán ser confiscadas, mientras que los ofensores que sean pobres y no tengan hacienda, el castigo para ellos ser la perdida de su libertad. Los malvados deben ser castigados infligiéndoles castigos corporales.

El rey debe imponer impuestos, pero no pueden ser tan altos como para dañar a los súbditos. Deben ser como la abeja que recolecta la miel de las flores, deben ser como una sanguijuela que chupa la sangre suavemente sin que la víctima sea consciente de ello. Debe comportarse con sus súbditos igual que un tigre lo hace con sus cachorros: los coge con sus dientes pero no les hace daño.

Yudhiṣṭhira preguntó:

¿Cómo debe comportarse un rey?

Bhīṣma:

La justicia es la máxima de un rey, es la cosa más grande de este mundo. Un rey justo puede conquistar fácilmente el mundo entero. Todos sus consejeros han de ser puros de corazón y de mente. La malicia jamás puede habitar en el corazón de un rey, y sus sentidos deben estar perfectamente bajo control. Usando su inteligencia llegar a ser glorioso, mencionándose en la grandeza como un océano que se alimenta de las aguas de miles de ríos sin que esto le haga desbordar.

El camino del deber es muy largo y tiene cientos de ramas. Dime, ¿cuales son los deberes que han de tenerse en cuenta?

La adoración de la madre, del padre y del gurú; éstos son los deberes más importantes. Atendiendo a estos deberes un rey adquiere gran fama en los cielos. Debe adorarles y obedecer sus órdenes implícitamente. Son como los tres fuegos que se han de adorar diariamente: Servir al padre nos ayuda a cruzar este mundo, servir a la madre nos transporta a los cielos, y servir al gurú nos hace alcanzar la región de Brahmā.

Yudhiṣṭhira preguntó:

Quiero que me hables acerca del Dharma, Artha y Kama. Mientras que transcurre el curso de la vida ¿Cuál de estos tres nos ayuda a enderezar el rumbo y mantenerlo recto en la debida dirección?

Bhīṣma:

Los tres coexisten juntos al mismo tiempo, cuando un hombre acumula riquezas teniendo siempre cuidado de andar por el camino del dharma, esas riquezas tienen sus raíces en la virtud, y el placer se dice que es fruto de la riqueza. Los tres están firmemente implantados en la voluntad. Los objetos de este mundo existen para la gratificación de los sentidos y la voluntad tiene que ver con estos objetos, pues la suma total de los tres depende de ella. A la total abstracción de los objetos de placer se le llama emancipación. La virtud es deseable para la protección del cuerpo, y la riqueza a su vez para la adquisición de la virtud. El placer, después de todo, es sólo para gratificar los sentidos. Sin embargo, los tres tienen una cualidad común: la pasión. El tratar de conseguir esos tres valores por lo que en si suponen, con deseos de gozar sus frutos, hace que la recompensa se demore. Sin embargo, si el intento de conseguirlos va acompañado de un deseo de adquisición de conocimiento, del conocimiento de uno mismo; cuando se convierten en los medios para un fin noble, como la realización de uno mismo, entonces la recompensa es inmensa. La virtud se ha de adquirir para gastarla sin ningún deseo por lo que ha de resultar, y el placer se debe buscar sólo para mantener el cuerpo y no para gratificarlo. Así pues, se dice que los tres tienen sus raíces en la voluntad: Dharma, Artha y Kama, no son fines en si mismos, sino que son medios para un fin y ese fin es Moka. Los tres han de ser abandonados para obtener la liberación mediante las penitencias ascéticas. La emancipación o la liberación de la esclavitud de los sentidos es la única meta del hombre.

Yudhiṣṭhira:

Se dice que la inteligencia es superior a cualquier otra cosa, que es la inteligencia la que ayuda a planear el futuro y a hacer los preparativos pertinentes que puedan hacer frente a cualquier tipo de  emergencia. Háblame de la inteligencia, particularmente cuando un rey tiene dificultades en la tarea que ha de desempeñar; por ejemplo, cuando está asediado por muchos enemigos. ¿Cómo le ayudar la inteligencia a protegerse?

Bhīṣma:

Te hablaré de los deberes de un rey cuando está en apuros. En esa situación, un enemigo puede convertirse en un amigo y un amigo puede convertirse en un enemigo. En circunstancias así el comportamiento de los humanos se hace incierto e imprevisible, y es cuando la inteligencia viene a nuestro rescate. Te ayudará a decidir si debes hacer la guerra con tu enemigo o bien hacer las paces con él. Todo depende del momento y el lugar; a veces es necesario hacerse amigos de los enemigos. Debes hacerte amigo de personas inteligentes que deseen tu propio bien. Si tu vida no puede ser salvada de otra forma, entonces ciertamente tienes que hacer las paces con el enemigo. Si eres tan tonto como para no considerar esto, entonces nunca tendrás éxito en el intento de conseguir aquellas cosas por las que todos luchan tan arduamente. Un rey que hace una tregua con el enemigo y lucha contra los que hasta entonces eran sus amigos después de haber considerado la situación, viendo todos sus pros y sus contras, ciertamente tendrá éxito.

Los amigos deben ser examinados profundamente antes de aceptarlos como tales, mientras que los enemigos han de ser profundamente estudiados en lo concerniente a su fortaleza y a sus debilidades. Los amigos aparecen como enemigos y los enemigos asumen el disfraz de amigos, porque cuando se hacen pactos amistosos, no es posible estar seguro si los sentimientos expresados por el otro son realmente amistosos o si es tan sólo el egoísmo lo que le motiva a aceptar el pacto; las palabras "amigo" y enemigo son, después de todo, términos relativos. Un hombre considera a otro como su amigo mientras que está seguro de que sus intereses están a salvo y mientras está seguro de que el beneficio es para él. Lo considerará como amigo si está seguro de que un cierto estado de cosas que le resultan beneficiosas continuará por tanto tiempo como el otro viva, sólo en esas condiciones se permite que la amistad continúe para toda la vida.

El interés particular es el factor más importante en la vida de todos, el mundo entero gira alrededor de este único factor y continuar haciéndolo. Nadie reconoce a otro como alguien querido al menos que haya algún interés de por medio. Ninguna muestra de afecto se hace evidente a menos que haya un motivo de interés particular. Algunas personas se hacen populares debido a su mentalidad liberal, otras debido a que hablan muy bien y otras debido a que son muy religiosas. Generalmente se convierte en la norma, más que en la excepción, el hecho de que un hombre es querido debido al propósito al que sirve y a nada más. La amistad acaba tan pronto como acaba la razón para que ésta exista.

Un hombre inteligente debe saber cuando hacer la paz con un enemigo. Recuerda, cuando dos personas que una vez fueron enemigos hacen un pacto, es obvio que cada uno de ellos está tan sólo esperando el momento en el que pueda vencer al otro. El más sabio de los dos será necesariamente quien tendrá éxito. La política en este caso es que, aunque tengas miedo del otro, debes aparentar que no temes nada; debes simular que confías en él implícitamente, aunque todo el tiempo estás  desconfiando de él. Cuando el momento lo requiera debes hacer las pases con tu enemigo y en la primera oportunidad que tengas le declararás la guerra. Esta regla se ha de aplicar incluso para un amigo.

Yudhiṣṭhira:

Dime ¿cuál es la fuente del pecado? ¿De dónde procede y cuál es el cimiento sobre el que se asienta?

Bhīṣma:

La codicia es la raíz única de todos los pecados, destruye todos los méritos y toda la bondad. De ella procede el río del pecado y es de esta única fuente de donde fluyen los muchos pecados existentes. La codicia es la fuente eterna de la trampa y de la hipocresía. La ira nace de la codicia, al igual que la lujuria y varias de las terribles maldades de la mente surgen también de la codicia: la perdida del juicio, el engaño, el orgullo, la arrogancia, la malicia, la falta de vergüenza, la perdida de la virtud, la ansiedad, la vengatividad y la infamia, son algunos de los muchos hijos de la codicia, pero déjame que te enumere algunos más: la avaricia, la ambición, el deseo de todo tipo de comportamiento indebido, el orgullo de casta, el orgullo de los propios conocimientos, el orgullo de la propia belleza, el orgullo de riqueza, la maldad, la insinceridad, la dureza de corazón, la apropiación de la riqueza de otros, la rudeza al hablar, la difamación, la gula, la jactancia en la falsedad y la jactancia en la maldad. Ningún hombre ha sido capaz de renunciar a su codicia durante su vida. La misma vida puede estar a punto de extinguirse, pero la codicia nunca pierde su poder. Incluso hombre de grandes conocimientos cuyas mentes conocían los tesoros de todas las escrituras, que tenían la inteligencia y la capacidad de clarificar todas las dudas de otros, eran incompetentes para poder solucionar sus propias debilidades. No tenían amor por la justicia y eran débiles, y todo se debía a que eran esclavos de esta terrible enfermedad: la codicia.

Yudhiṣṭhira

Háblame acerca de la ignorancia.

Bhīṣma:

La ignorancia, hijo mío, tiene su origen en la codicia, cuanto más crece la codicia, más crece a su vez la ignorancia. La raíz de la codicia no es otra que la perdida de la claridad mental, la perdida del juicio. Así pues, la ignorancia es una compañera inseparable de la codicia.

Yudhiṣṭhira:

¿Cuales son los deberes a los que se les puede dar preferencia ante todo?

Bhīṣma

El más alto deber es el autodominio. Al igual que el gran pecado de la codicia conduce a todos los demás pecados, el autodominio conduce al hombre a la más alta gloria, porque de él surgen muchas buenas cualidades: compasión, paciencia, ausencia de criticas e injurias, imparcialidad, verdad, sinceridad, modestia, constancia, liberalidad, ausencia de ira, alegría, dulzura al hablar, benevolencia, ausencia de malicia y muchas más. Un hombre que tiene autodominio nunca ser esclavo de los apegos de la tierra y alcanzar la emancipación.

Yudhiṣṭhira:

Me gustaría escucharte hablar de la verdad.

Bhīṣma:

La verdad es el deber de todo ser humano, es un deber eterno. La verdad es el más alto refugio, la verdad es la más meritoria de todas las penitencias, la verdad es el yoga más elevado, es el eterno  Brahman. Es el mayor sacrificio de todos los sacrificios. Los tres mundos descansan en la verdad y nada más que en ella. La verdad tiene doce aspectos: imparcialidad, autocontrol, compasión, modestia, constancia, espontaneidad, renunciación, contemplación, dignidad, fortaleza, benevolencia y ausencia de injurias. Todos estos son aspectos de la verdad, pero la verdad es inmutable, eterna e incambiable.

Yudhiṣṭhira:

¿Cuál es el bien por el que uno debería luchar?

Bhīṣma:

Este mundo está siempre amenazado por la muerte, las noches que vienen y se van, no hacen otra cosa más que disminuir el tiempo de vida que te queda por vivir. La muerte no espera a nadie. Se está acercando a todas las criaturas momento a momento, su proximidad es imperceptible; pero constante e inexorable. Con el paso de cada uno de los días, la vida de un hombre se va acortando y la muerte por fin viene antes de que los deseos de esa persona se hayan cumplido. Mientras alguien está  cortando flores, la muerte siega la vida de ese hombre llevándoselo, igual que una bestia salvaje arrastra el cuerpo de un carnero que ha caído como presa entre sus garras. Lo que hayas planeado hacer por la tarde debes hacerlo antes del mediodía. La muerte es cruel, nunca espera para ver si todos, tus actos han sido llevados a cabo. El hombre debe darse prisa en practicar la virtud mientras está con vida, porque la vida es muy incierta, sólo la muerte es algo cierto. Puede venirte ahora o puede venirte dentro de muchos años, pero estar preparado es importante. La virtud te garantizará fama en este mundo y felicidad en el próximo.

El hombre es acosado por miles de deseos en este mundo y se apega a muchas cosas y a muchas personas; su trabajo, su tierra, sus hijos, su casa. Con todo esto ha tejido la tela de araña del apego, en el cual está atrapado y de la que sólo ser arrancado por la muerte. Nada puede resistirse a la fuerza del apego, excepto la verdad. El conocimiento del verdadero valor de las cosas hace que un hombre se de cuenta de lo transitorio de las cosas de este mundo; a un hombre así la muerte no le causa terror porque la verdad es inmortalidad. En el mismo cuerpo se pueden encontrar las semillas de la muerte, al igual que de la inmortalidad. Está en tus manos decidir cuales quieres cultivar, si unas u otras. Las ataduras mundanas, se forman muy fácilmente, a cualquiera le resulta fácil cultivar la planta del apego, el cuál no es más que otro sinónimo de la muerte.

El sabio, sin embargo, somete sus sentidos elevándose as por encima de las garras del deseo y de la ira. De esta forma aprender a tratar de igual manera al placer y al sufrimiento. La tranquilidad es su tesoro y finalmente alcanza la inmortalidad. Sus palabras, sus pensamientos, su renunciación y su yoga descansan en lo eterno, el Brahmán, y de esta forma escapa a la muerte.

El ojo del conocimiento es el ojo más agudo. La verdad es la más meritoria de las penitencias, mientras que el apego es el más terrible de todos los sufrimientos. La renunciación es la fuente de la mayor felicidad.

Nosotros hemos nacido de Brahmán, a través de Brahmán. Entregándonos a Brahmán podemos regresar a Brahmán: busca al ser que está oculto en la cueva.

Yudhiṣṭhira:

Descríbeme al hombre que es querido por todos, del que se dice que está perfectamente realizado y que está dotado de todos los méritos de los que habla el mundo.

Bhīṣma:

Un hombre como el que tú describe debe poseer conocimientos, debe ser bueno y puro, su sangre jamás debe arder con el orgullo. El desánimo y la ira no podrán encontrarse en él. Sus sentidos jamás le desviaran y él siempre gozar de la paz que nace de la realización de la verdad suprema.

Yudhiṣṭhira:

¿Qué hace a un hombre pecador y qué le hace virtuoso? ¿Qué le ayuda a alcanzar la renunciación? ¿Cómo alcanza la emancipación?

Bhīṣma:

El deseo es el responsable de que el hombre se convierta en un pecador, cuando él ve un objeto de los sentidos, el deseo lo persigue, y para poder conseguir lo que quiere, el hombre comienza a luchar por ello. Los objetos de los sentidos aparecen tan agradables para el hombre que este hace todo cuanto puede para conseguirlos. Y una vez que se despierta el deseo, el apego le sigue. Inmediatamente le sigue la pasión, la ambición y la perdida del juicio. La mente se confunde, se  oscurece, y esa persona ya no puede seguir el camino de la virtud. A partir de entonces trata de simular una virtud que no posee, con lo que el hombre se convierte en un hipócrita. Adquirir riquezas por la vía de la hipocresía es cosa fácil para un hombre que ha comenzado su caída por el sendero del pecado, a pesar del consejo de los mayores y de los que desean su bien, esa persona comienza a actuar de forma pecaminosa, con lo que ya no hay esperanza de salvación para un pecador tal como el hombre que te acabo de describir.

El hombre que es justo busca el bien de los otros, y de esa forma se gana su propio bien. Es sabio y sabe cómo evitar caer en esos abismos llamados los sentidos, es sabio en cuanto a la verdadera naturaleza de la felicidad y de la tristeza. Cuando el hombre consigue dominar sus sentidos, a eso se le llama virtud. Pero aún está descontento, y no descansar hasta que consiga dominar el arte de la renunciación. El conocimiento le ayuda a liberarse del deseo, y finalmente, dándose cuenta de que el mundo no es más que un festival pasajero, que un día u otro va a acabar, intenta alcanzar la virtud con sus recompensas en forma de cielo y felicidad; intenta alcanzar la emancipación.

Yudhiṣṭhira:

¿Cales son los atributos necesarios de un hombre que quiere liberarse del apego y alcanzar la emancipación?

El hombre que está dispuesto a alcanzar la emancipación tiene que haber ido mucho más allá del mundo de los sentidos. A él no le afectan, ni el hambre ni la sed, ni le molestan ninguno de los otros estados del cuerpo físico. Su mente ha de estar libre de toda ira, ambición y horror. La ilusión jamás le hace olvidarse de s mismo. Para un hombre tal, una cabaña construida con bambú y cañizos es lo mismo que el palacio de un rey, el placer y el sufrimiento no le tocan porque está completamente consciente de que surgen de la ilusión. Para él el mundo es tan sólo la consecuencia de los cinco elementos primarios combinándose entre sí. Esta verdad está siempre presente en su mente cuando mira al mundo. El placer y el sufrimiento, la ganancia y la perdida, la victoria y la derrota tienen el mismo valor ante sus ojos. En él no se encuentra el miedo ni tampoco hay lugar en su corazón para la ansiedad. El sabe muy bien que rey tras rey, dotados de gran poder y gran gloria, moraron en este mundo por un tiempo y luego se fueron de él; todas las cosas de este mundo son transitorias, ésta es la primera verdad que él ha realizado. La experiencia del mundo y el verdadero conocimiento han despertado en él la verdad acerca del mundo, por lo que contempla todas las cosas considerándolas como insustanciales. Dotado cómo está de tanta sabiduría, este hombre alcanza la emancipación donde quiera que está; tanto si hace vida domestica, como si vive en el bosque.

Yudhiṣṭhira:

Tu afirmación me intriga. ¿Cómo puede un hombre alcanzar la emancipación sin abandonar la vida doméstica, sin adoptar la vida austera del bosque?

Bhīṣma:

Un rey no tiene porqué renunciar a su reino para alcanzar la liberación; lo único que ha de hacer es conseguir estar libre de todo apego. Si no estás apegado a ningún tipo de compañía, si puedes fijar tus pensamientos en el eterno Brahmán, puedes conseguir la emancipación. La renunciación es la clave de este camino, es la mejor forma de recorrerlo. A donde quiera que el conocimiento guíe la mente, allá le seguirá la renunciación. El conocimiento conduce la mente hacia el yoga y mediante el yoga el hombre alcanza el estado brahmanico. Un hombre que hace vida doméstica puede con toda seguridad alcanzar la emancipación. Si, sinceramente puede decir que ha conseguido superar los apegos mundanos, igual que un sannyasin.

Yudhiṣṭhira:

- ¿Dónde reside la diosa de la prosperidad?

Bhīṣma:

Una persona elocuente, activa y atenta, es siempre morada de la prosperidad. Libre de ira, debe tener sus pasiones bajo control y su conciencia elevada. Una persona dotada de poca energía es rechazada por ella, al igual que aquellos que no tienen confianza en sí mismos y los que son iracundos. Las moradas de la diosa prosperidad son los brahmanes que han dedicado su vida a la justicia, los vaisyas que han dedicado su vida al cultivo, y los sudras que tienen devoción en sus corazones.

Yudhiṣṭhira:

¿Cuáles son los deberes de un hombre que tiene esperanzas de pasar por este mundo placenteramente y que también tiene esperanzas de alcanzar el próximo?

Bhīṣma:

Debe evitar los tres actos del cuerpo: destrucción de la vida de otras criaturas, robo de las pertenencias de otros y gozo de la esposa de otro hombre. Ese es el deber de un hombre que aspira a todo lo que tú has dicho. Debe evitar los cuatro actos con los que se puede cometer error al hablar: malas conversación, rudeza al hablar, difamación de otros y falsedad. Y también debe evitar los tres actos de la mente: condiciones las posesiones de otros, injuriar a otros y no dar crédito a las direcciones de los Vedas. Si un hombre evita estos diez actos, puede estar seguro de que pasar por este mundo de forma placentera y que alcanzar un lugar en el próximo.

Yudhiṣṭhira:

¿Hay algo que sea superior a la práctica del brahmacarya? También me gustaría conocer cuál es la más alta manifestación de la virtud y la forma más elevada de la pureza.

Bhīṣma:

Abstenerse del vino y de la carne, es incluso superior al brahmacarya, y la más alta manifestación de la virtud es la justicia, que al mismo tiempo es también la forma más elevada de la pureza.

Yudhiṣṭhira:

¿Cuándo se debe practicar el Dharma? ¿Cuándo se debe adquirir Artha? ¿Cuándo se debe disfrutar del Kama?

Bhīṣma:

La primera parte de la vida se debe dedicar a ganar riquezas. Luego se debe practicar la rectitud y más tarde viene el gozo del placer. Todo esto, claro está, con la especial observación de que uno no  debe apegarse a ninguno de los tres, porque el fin y la meta del hombre debe ser el Moka.

Yudhiṣṭhira:

¿Cuál es el tirtha de mayor pureza?

Bhīṣma:

No hay duda de que todos los tirthas pueden purificar a un hombre pero el mejor de todos los tirthas es la verdad. Uno debe bañarse en el tirtha llamado la conciencia, en la cual no se puede encontrar fondo; no tiene mancha; es pura. Las aguas de este tirtha son la verdad y el océano de la conciencia está lleno de entendimiento. Una vez que el hombre se baña en él se convierte en el heredero de la sinceridad, la gentileza, la nobleza, la compasión, el autodominio y la tranquilidad.

Yudhiṣṭhira:

¿Quién es el verdadero amigo del hombre? ¿Es su padre, su madre, su hijo, su preceptor, sus parientes o sus amigos? cuando alguien muere, su cuerpo ha de ser abandonado como un pedazo de madera o como un montón de tierra. ¿Quién es el amigo que le acompaña al otro mundo?

Bhīṣma:

El hombre nace solo y muere solo. Viene solo a este mundo bello y solo parte de él cuando se va: no tiene ni un solo compañero durante su marcha a través de este accidente llamado vida. Y todos esos que tu has nombrado, se alejan de ti una vez que has muerto, abandonando tu cuerpo inerte como un pedazo de madera o un montón de tierra. Después de lamentarse por tu muerte durante unos momentos te vuelven la espalda y se van cada uno a lo suyo. Tu cuerpo no les interesa y eso es lo  único que ha quedado de tí. Sólo el Dharma, la justicia, sigue al cuerpo que ha sido abandonado por todos. Ese es el único amigo del hombre y es lo único que un hombre debería cuidar.

Yudhiṣṭhira:

¿Quién es el único Dios del mundo, lo único que es nuestro total refugio, eso que cuando se adora se obtiene todo lo que uno desea? ¿Cuál es la religión verdadera, cuál es la principal religión de todas? ¿Cuál es el mantra que mediante su recitación concede a un hombre liberación de la esclavitud del nacimiento?

Bhīṣma:

Kṛṣṇa es el Señor del Universo. Él es el Dios de todos los dioses. Él es el más importante de todos los seres. Él penetra y llena este universo entero. Meditando en Él y en su santo nombre, el hombre  puede trascender todo sufrimiento. La principal de todas las religiones es Kṛṣṇa. Es la energía suprema. Él es la más meritoria de todas las penitencias. Él es el supremo refugio. Él es el más santo entre los santos. Él es el principio de la creación y también el final, pues con el tiempo será nuevamente reabsorbida por Él. Kṛṣṇa es el eterno Brahma. Entrégate a Él y serás uno con Él; uno con Kṛṣṇa, el señor del pasado, del presente y del futuro, el alma suprema.

Las leyes del cielo son diferentes:

Un hombre cuyos pecados son mayores que sus buenas acciones viene primero al cielo y después de que expira el tiempo de estancia en el cielo que se le ha adjudicado, va al infierno. Pero un hombre cuyas buenas acciones sean mas que sus pecados, va primero al infierno y reside allá por un tiempo y una vez expiadas sus culpas, entonces alcanza el cielo. (Mahabharata de Vyasa, Ed. Edicomunicación, S.A.)

Bhīṣma:   El más poderoso y anciano guerrero de la Batalla de Kurukṣetra; es reconocido como una de las principales autoridades en el servicio devocional que se presta al Señor (1º).

Bhīṣmadeva. (Sáns.).   El mejor de los ocho Vasus. Es uno de los Doce Mahājanas.

Bhīṣmadeva—the grandfather of the Pāṇḍavas, and the most powerful and venerable warrior on the Battlefield of Kurukṣetra. The noble general respected as the "grandfather" of the Kuru dynasty. He is recognized as one of the twelve mahājanas, authorities on devotional service to the Lord. He was given a boon to leave his body any time he pleased, consequently he decided to leave while laying on a bed of arrows in full view of Lord Śrī Kṛṣṇa.

Bhīṣmadeva — el abuelo de los Pāṇḍavas y el más poderoso y venerable Guerrero en el campo de batalla de Kurukṣetra. El noble general respetado como el "abuelo" de la dinastía Kuru. Es reconocido como uno de los doce mahājanas, autoridades en servicio devocional al señor. Se le dio una bendición para dejar su cuerpo en cualquier momento que se le antojaba, por lo tanto decidió irse al mismo tiempo acostado en una cama de flechas a la vista de Śrī Señor Kṛṣṇa.

Bhīṣmaka—the King of Vidarbha and father of Śrīmātī Rukmiṇī.// el rey de Vidarbha y padre de Śrīmātī Rukmiṇī.

Bhīṣmaka. (Sáns.).

bhīṣma-uktam.   lo que habló Bhīṣmadeva  (C. 1º, Cap. 10, V. 3).

Bhīṣmadeva:     El mejor de los ocho Vasus. Es uno de los Doce Mahājanas.

Bhīṣmadeva:

TEXTO 20

APa[TaKYaaRdiNadeRXYaaidiTa ke-ZviPa iNaêYa" )
A}aaNauæPa& raJazeR ivMa*Xa SvMaNaqzYaa )) 20 ))

apratarkyād anirdeśyād
iti keṣv api niścayaḥ
atrānurūpaṁ rājarṣe
vimṛśa sva-manīṣayā

apratarkyāt — más allá de la capacidad de razonar; anirdeśyāt — más allá de la capacidad de pensar; iti — así pues; keṣu — alguien; api — también; niścayaḥ — concluido categóricamente; atra — en esto; anurūpam — cuál de ellos está en lo correcto; rāja-ṛṣe — ¡oh, sabio entre los reyes!; vimṛśa — juzga por ti mismo; sva — con tu propio; manīṣayā — poder de inteligencia.

TRADUCCIÓN

También hay algunos pensadores que creen que nadie puede determinar la causa de la aflicción por medio de la argumentación, ni conocerla mediante la imaginación, ni expresarla con palabras. ¡Oh, sabio entre los reyes!, juzga por ti mismo, reflexionando sobre todo esto con tu propia inteligencia.

SIGNIFICADO

Como se explicó antes, los vaiṣṇavistas, los devotos del Señor, sí creen que nada puede ocurrir sin la sanción del Señor Supremo. Él es el director supremo, ya que Él confirma en la Bhagavad-gītā (15.15) que, en la forma del Paramātmā omnipresente, permanece en el corazón de todos, vigila todas las acciones y es testigo de todas las actividades. Aquí se refuta el argumento del ateo que dice que uno no puede ser castigado por sus fechorías a menos que éstas se demuestren ante un magistrado competente, pues nosotros aceptamos al testigo perpetuo y compañero constante del ser viviente. El ser viviente puede que haya olvidado todo lo que ha hecho en su vida pasada o presente, pero uno debe saber que, en el mismo árbol del cuerpo material, el alma individual y el Alma Suprema, ésta en forma de Paramātmā, están sentadas como dos pájaros. Uno de ellos, el ser viviente, está saboreando las frutas del árbol, mientras que el Ser Supremo se encuentra ahí para ser testigo de las actividades. Por consiguiente, el aspecto Paramātmā, el Alma Suprema, es en realidad el testigo de todas las actividades del ser viviente, y sólo por indicación de Él puede el ser viviente recordar u olvidar lo que puede que haya hecho en el pasado. Él es, pues, tanto el omnipresente Brahman impersonal, como el Paramātmā localizado que hay en el corazón de todo el mundo. Él es el conocedor de todo pasado, presente y futuro, y no es posible esconderle nada. Los devotos conocen esta verdad, y, por consiguiente, desempeñan sus deberes con sinceridad, sin ponerse extremadamente ansiosos de recibir recompensas. Aparte de eso, uno no puede predecir las reacciones del Señor, ni mediante la especulación, ni mediante la erudición. ¿Por qué Él pone a unos en dificultades y a otros no? Él es el Supremo conocedor del conocimiento védico, y, así pues, Él es el verdadero vedāntista. Al mismo tiempo, Él es el compilador del Vedānta. Nadie es independiente de Él, y todo el mundo está dedicado a Su servicio de diferentes maneras. En el estado condicionado, el ser viviente presta esos servicios forzado por la naturaleza material, mientras que en el estado liberado el ser viviente es ayudado por la naturaleza espiritual en el amoroso servicio voluntario que le presta al Señor. No hay ninguna incongruencia ni embriaguez en Sus acciones. Todas están en la senda de la Verdad Absoluta. Bhīṣmadeva analizó correctamente las acciones inconcebibles del Señor. Se concluye, entonces, que los sufrimientos del representante de la religión y de la representante de la Tierra, tal como éstos se encontraban ante Mahārāja Parīkṣit, se habían planeado para demostrar que Mahārāja Parīkṣit era el gobernante ideal, en virtud de que sabía bien cómo brindarles protección a las vacas (la Tierra) y a los brāhmaṇas (los principios religiosos), los dos pilares del adelanto espiritual. Todo el mundo se halla bajo el control absoluto del Señor. Cuando Él desea que alguien haga algo, está muy en lo correcto en Su acción sin tomar en consideración el caso específico. Así se puso a prueba la grandeza de Mahārāja Parīkṣit. Ahora veamos como él resuelve esto con su mente sagaz. (S.B. 1º, Cap. 17, V. 20, págs. 846-847).

Bhīṣmadeva, adora a Nārāyaṇa:

TEXTOS 16–17

iNaXaMYa Pa[eïMaaYaaNTa& vSaudevae MahaMaNaa" )
A§U-rêaeGa]SaeNaê raMaêad(>auTaiv§-Ma" )) 16 ))

Pa[ÛuManêaådeZ<aê SaaMbae JaaMbvTaqSauTa" )
Pa[hzRveGaaeC^iXaTaXaYaNaaSaNa>aaeJaNaa" )) 17 ))

niśamya preṣṭham āyāntaṁ
vasudevo mahā-manāḥ
akrūraś cograsenaś ca
rāmaś cādbhuta-vikramaḥ

pradyumnaś cārudeṣṇaś ca
sāmbo jāmbavatī-sutaḥ
praharṣa-vegocchaśita-
śayanāsana-bhojanāḥ

niśamya — sólo oyendo; preṣṭham — el muy querido; āyāntam — yendo a casa; vasudevaḥ — Vasudeva (el padre de Kṛṣṇa); mahā-manāḥ — el magnánimo; akrūraḥ — Akrūra; ca — y; ugrasenaḥ — Ugrasena; ca — y; rāmaḥ — Balarāma (el hermano mayor de Kṛṣṇa); ca — y; adbhuta — sobrehumano; vikramaḥ — proeza; pradyumnaḥ — Pradyumna; cārudeṣṇaḥ — Cārudeṣṇa; ca — y; sāmbaḥ — Sāmba; jāmbavatī-sutaḥ — el hijo de Jāmbavatī; praharṣa — extrema felicidad; vega — fuerza; ucchaśita — estando influido por; śayana — acostándose; āsana — sentándose; bhojanāḥ — comiendo.

TRADUCCIÓN

Al oír que el muy querido Kṛṣṇa se estaba acercando a Dvārakā-dhāma, el magnánimo Vasudeva, Akrūra, Ugrasena, Balarāma (el sobrehumanamente poderoso), Pradyumna, Cārudeṣṇa y Sāmba, el hijo de Jāmbavatī, todos extremadamente felices, dejaron de descansar y de comer, y abandonaron sus asientos.

SIGNIFICADO

Vasudeva: Hijo del rey Śūrasena, esposo de Devakī y padre del Señor Śrī Kṛṣṇa. Es hermano de Kuntī y padre de Subhadrā. Subhadrā se casó con Arjuna, su propio primo, y este sistema aún está vigente en algunas partes de la India. Vasudeva fue nombrado ministro de Ugrasena, y más adelante se casó con ocho hijas de Devaka, el hermano de Ugrasena. Devakī es sólo una de ellas. Kaṁsa, era cuñado de él, y Vasudeva aceptó voluntariamente ser prisionero de Kaṁsa, por acuerdo mutuo, para entregar al octavo hijo de Devakī. Esto fracasó por la voluntad de Kṛṣṇa. Como tío materno de los Pāṇḍavas, participó activamente en el proceso purificatorio de los Pāṇḍavas. Él mandó llamar al sacerdote Kaśyapa que se encontraba en Śataśṛṅga Parvata, y éste ejecutó las funciones. Cuando Kṛṣṇa apareció tras los barrotes de la prisión de Kaṁsa, Vasudeva lo trasladó a la casa del padre adoptivo de Kṛṣṇa, Nanda Mahārāja, en Gokula. Kṛṣṇa desapareció junto con Baladeva antes de la desaparición de Vasudeva, y al éste desaparecer, Arjuna (que era sobrino de Vasudeva) se hizo cargo de la ceremonia fúnebre.

Akrūra: El comandante en jefe de la dinastía Vṛṣṇi y un gran devoto del Señor Kṛṣṇa. Akrūra alcanzó el éxito en el servicio devocional del Señor, mediante el solo proceso de ofrecer oraciones. Era el esposo de Sūtanī, la hija de Ahūka. Él respaldó a Arjuna cuando éste se llevó a Subhadrā a la fuerza por la voluntad de Kṛṣṇa. Tanto Kṛṣṇa como Akrūra fueron a ver a Arjuna después de que este último realizó con éxito el rapto de Subhadrā. Ambos le hicieron a Arjuna regalos de matrimonio después del incidente. Akrūra también se hallaba presente cuando Abhimanyu, el hijo de Subhadrā, se casó con Uttarā, la madre de Mahārāja Parīkṣit. Ahūka, el suegro de Akrūra, no se llevaba bien con Akrūra. Pero ambos eran devotos del Señor.

Ugrasena: Uno de los poderosos reyes de la dinastía Vṛṣṇi y primo de Mahārāja Kuntibhoja. Su otro nombre es Ahūka. Vasudeva era ministro de él, y su hijo era el poderoso Kaṁsa. Este Kaṁsa encarceló a su padre y se convirtió en el rey de Mathurā. Por la gracia del Señor Kṛṣṇa y de Su hermano, el Señor Baladeva, Kaṁsa fue matado, y a Ugrasena se le reinstaló en el trono. Cuando Śālva atacó la ciudad de Dvārakā, Ugrasena peleó muy valientemente y rechazó al enemigo. Ugrasena le hizo preguntas a Nāradajī acerca de la divinidad del Señor Kṛṣṇa. Cuando la dinastía Yadu iba a ser aniquilada, a Ugrasena se le confió el trozo de hierro que se produjo en el vientre de Sāmba. Él cortó en pedazos el trozo de hierro, lo convirtió en una pasta y, en la costa de Dvārakā, lo mezcló con el agua del mar. Obtuvo la salvación después de la muerte.

Baladeva: Es el divino hijo de Vasudeva y su esposa Rohiṇī. También se le conoce como Rohiṇī-nandana, el amado hijo de Rohiṇī. Él también le fue confiado a Nanda Mahārāja junto con su madre, Rohiṇī, cuando Vasudeva accedió a ser encarcelado a raíz de un acuerdo mutuo al que había llegado con Kaṁsa. De modo que, Nanda Mahārāja también era el padre adoptivo de Baladeva, así como del Señor Kṛṣṇa. El Señor Kṛṣṇa y el Señor Baladeva eran compañeros constantes desde Su misma infancia, aunque eran hermanastros. Baladeva es la manifestación plenaria de la Suprema Personalidad de Dios, y, en consecuencia, es prácticamente igual y tan poderoso como el Señor Kṛṣṇa. Él pertenece al viṣṇu-tattva (el principio de la Divinidad). Él asistió junto con Śrī Kṛṣṇa a la ceremonia svayaṁvara de Draupadī. Cuando Arjuna raptó a Subhadrā siguiendo el bien organizado plan de Śrī Kṛṣṇa, Baladeva se puso muy furioso con Arjuna y quiso matarlo en el acto. Śrī Kṛṣṇa, por el bien de Su querido amigo, cayó a los pies del Señor Baladeva y le imploró que no estuviera tan enojado. Śrī Baladeva se satisfizo con ello. De la misma manera, una vez se puso muy furioso con los Kauravas, y quiso lanzar toda la ciudad de ellos a las profundidades del Yamunā. Pero los Kauravas consiguieron satisfacerlo entregándose a Sus divinos pies de loto. Fue de hecho el séptimo hijo de Devakī anterior al Señor Kṛṣṇa, pero por la voluntad del Señor fue trasladado al vientre de Rohiṇī para que se escapara de la furia de Kaṁsa. Su otro nombre es, por ello, Saṅkarṣaṇa, quien además es la porción plenaria de Śrī Baladeva. Bala significa fuerza espiritual... no física. Algunas personas poco inteligentes interpretan la palabra bala como la fuerza del cuerpo. Pero nadie puede obtener comprensión espiritual mediante la fuerza física. La fuerza física termina con el cuerpo físico, pero la fuerza espiritual sigue al alma espiritual a la siguiente transmigración, y, por lo tanto, la fuerza que se obtiene a través de Baladeva no se pierde nunca. La fuerza es eterna, y por eso Baladeva es el maestro espiritual original de todos los devotos.

Śrī Baladeva también fue un compañero de clase del Señor Śrī Kṛṣṇa como alumno de Sāndīpani Muni. En Su infancia y junto con Śrī Kṛṣṇa, mató a muchos asuras, y específicamente mató al Dhenukāsura en Tālavana. Durante la Batalla de Kurukṣetra permaneció en una posición neutral, e hizo lo mejor que pudo para que no ocurriera la pelea. Él estaba a favor de Duryodhana, pero aun así permaneció neutral. Cuando hubo una pelea de mazas entre Duryodhana y Bhīmasena, Él se hallaba presente en el lugar. Él se enfureció con Bhīmasena cuando éste golpeó a Duryodhana en el muslo, o por debajo del cinto, y quiso vengar la injusta acción. El Señor Śrī Kṛṣṇa salvó a Bhīma de Su ira. Pero Él se fue del lugar de inmediato, indignado con Bhīmasena, y después de Su partida Duryodhana cayó al suelo, para así encontrar la muerte. Él realizó la ceremonia fúnebre de Abhimanyu, el hijo de Arjuna, pues era tío materno de Él. Era imposible que alguno de los Pāṇḍavas la realizara, ya que todos estaban abrumados por el pesar. En la última etapa, partió de este mundo al producir por la boca una gran serpiente blanca, y fue así que Śeṣanāga, en forma de serpiente, lo llevó.

Pradyumna: Encarnación de Kāmadeva o, según otros, encarnación de Sanat-Kumāra, que nació como hijo de la Personalidad de Dios, el Señor Śrī Kṛṣṇa, y Lakṣmīdevī Śrīmatī Rukmiṇī, la principal reina de Dvārakā. Fue uno de los que congratularon a Arjuna cuando éste se casó con Subhadrā. También fue uno de los grandes generales que pelearon con Śālva, y mientras peleaba con él, perdió el conocimiento en el campo de batalla. Su auriga lo sacó del campo de batalla y lo llevó de vuelta al campamento, y por esa acción se lamentó mucho y lo regañó. Sin embargo, peleó de nuevo con Śālva y logró la victoria. Él oyó a Nāradajī exponer todo lo relacionado con los diferentes semidioses. Es una de las cuatro expansiones plenarias del Señor Śrī Kṛṣṇa. Es la tercera. Él le hizo preguntas a ṣu padre, Śrī Kṛṣṇa, acerca de las glorias de los brāhmaṇas. Durante la guerra fratricida que hubo entre los descendientes de Yadu, murió a manos de Bhoja, otro rey de los Vṛṣṇis. Al morir, se le instaló en su posición original.

Cārudeṣṇa: Otro hijo del Señor Śrī Kṛṣṇa y Rukmīṇīdevī. También estuvo presente durante la ceremonia svayaṁvara de Draupadī. Fue un gran guerrero, tal como sus hermanos y su padre. Peleó con Vivinidhaka, y lo mató en la lucha.

Sāmba: Uno de los grandes héroes de la dinastía Yadu, hijo del Señor Śrī Kṛṣṇa con Su esposa Jāmbavatī. Aprendió de Arjuna el arte militar de lanzar flechas, y se convirtió en miembro del parlamento durante la época de Mahārāja Yudhiṣṭhira. Él estuvo presente durante el Rājasūya-yajña de Mahārāja Yudhiṣṭhira. Cuando todos los Vṛṣṇis se reunieron durante la época del Pravaśa-yajña, Sātyaki narró ante el Señor Baladeva sus gloriosas actividades. También estuvo presente junto con su padre, el Señor Śrī Kṛṣṇa, durante el Aśvamedha-yajña realizado por Yudhiṣṭhira. Sus hermanos lo presentaron ante algunos ṛṣis disfrazado de una mujer embarazada, y para divertirse les preguntó a los ṛṣis que qué iba a dar a luz. Los ṛṣis le respondieron que daría luz a un pedazo de hierro, el cual sería la causa de la guerra fratricida de la familia Yadu. Al día siguiente, por la mañana, Sāmba dio a luz un largo pedazo de hierro, que se le confió a Ugrasena para que tomara las medidas necesarias. De hecho, más adelante ocurrió la guerra fratricida que se había predicho, y Sāmba murió en ella.

Así que, todos estos hijos del Señor Kṛṣṇa abandonaron sus respectivos palacios, y, dejando a un lado todas las ocupaciones, entre ellas el estar acostados, sentados o comiendo, se apresuraron hacia su excelso padre. (S.B. 1º, Cap. 11, V. 16-17, págs. 536-539).

Bhīṣmadeva, adora al Señor:

TEXTO 9

TaaNa( SaMaeTaaNa( Maha>aaGaaNauPal/>Ya vSaUtaMa" )
PaUJaYaaMaaSa DaMaRjae deXak-al/iv>aaGaivTa( )) 9 ))

tān sametān mahā-bhāgān
upalabhya vasūttamaḥ
pūjayām āsa dharma-jño
deśa-kāla-vibhāgavit

tān — a todos ellos; sametān — reunidos; mahā-bhāgān — todos muy poderosos; upalabhya — habiendo recibido; vasu-uttamaḥ — el mejor de los Vasus (Bhīṣmadeva); pūjayām āsa — dio la bienvenida; dharma-jñaḥ — aquel que conoce los principios religiosos; deśa — lugar; kāla — tiempo; vibhāga-vit — aquel que sabe ajustarse al lugar y tiempo.

TRADUCCIÓN

Bhīṣmadeva, quien era el mejor de los ocho Vasus, recibió y les dio la bienvenida a todos los grandes y poderoso ṛṣis que estaban allí reunidos, ya que él conocía perfectamente todos los principios religiosos conforme al tiempo y al lugar.

SIGNIFICADO

Los conocedores expertos de la religión saben bien cómo ajustar los principios religiosos en términos de tiempo y lugar. Todos los grandes ācāryas, predicadores religiosos o reformadores del mundo ejecutaron su misión mediante el ajuste de los principios religiosos en función del tiempo y el lugar. En diferentes partes del mundo existen diferentes climas y situaciones, y si uno tiene que desempeñar sus deberes para predicar el mensaje del Señor, debe ser experto en cuanto ajustar las cosas conforme al tiempo y el lugar. Bhīṣmadeva era una de las doce grandes autoridades en lo referente a la prédica de este culto del servicio devocional, y, por consiguiente, podía recibir y darles la bienvenida a todos los poderosos sabios de todas partes del universo reunido allí, en su lecho de muerte. Es indudable que él estaba incapacitado en esa ocasión para darles la bienvenida y recibirlos físicamente, pues ni estaba en su casa ni en una condición normal y sana. Pero estaba perfectamente capacitado en cuanto a las actividades de su sana mente, por lo cual pudo proferir palabras gratas con expresiones cordiales, y todos ellos fueron bien recibidos. Uno puede llevar a cabo su deber mediante el trabajo físico, mediante la mente y mediante las palabras. Y él sabía bien cómo utilizarlos en el lugar idóneo, y por eso no tuvo dificultades en recibirlos, a pesar de estar incapacitado físicamente. (S.B. 1º, Cap. 9, V. 9, págs. 421-422).

TEXTO 11

Paa<@uPau}aaNauPaaSaqNaaNa( Pa[é[YaPa[eMaSa®TaaNa( )
A>YaacíaNauraGaaé[ErNDaq>aUTaeNa c+auza )) 11 ))

pāṇḍu-putrān upāsīnān
praśraya-prema-saṅgatān
abhyācaṣṭānurāgāśrair
andhībhūtena cakṣuṣā

pāṇḍu — el difunto padre de Mahārāja Yudhiṣṭhira y sus hermanos; putrān — los hijos de; upāsīnān — sentados cerca en silencio; praśraya — estando abatidos; prema — con sentimientos de amor; saṅgatān — habiéndose reunido; abhyācaṣṭa — congratulado; anurāga — con emoción; aśraiḥ — mediante lágrimas de éxtasis; andhībhūtena — abrumado; cakṣuṣā — con sus ojos.

TRADUCCIÓN

Los hijos de Mahārāja Pāṇḍu se hallaban sentados cerca en silencio, abatidos por el afecto que le tenían a su moribundo abuelo. Viendo esto, Bhīṣmadeva los congratuló emocionalmente. En sus ojos había lágrimas de éxtasis, pues estaba abrumado por el amor y el afecto.

SIGNIFICADO

Cuando Mahārāja Pāṇḍu murió, sus hijos eran todos niños pequeños, y, naturalmente, fueron criados bajo el afecto de los miembros mayores de la familia real, específicamente por Bhīṣmadeva. Más adelante, cuando los Pāṇḍavas eran adultos, fueron engañados por el astuto Duryodhana y compañía, y Bhīṣmadeva, aunque sabía que los Pāṇḍavas eran inocentes y habían sido puestos en dificultades sin razón, por motivos políticos no pudo ponerse de parte de ellos. En la última etapa de su vida, cuando Bhīṣmadeva vio que sus muy excelsos nietos, encabezados por Mahārāja Yudhiṣṭhira, estaban sentados a su lado muy dócilmente, el gran guerrero abuelo no pudo contener sus lágrimas de amor, que se le salían de los ojos sin querer. Él recordó las grandes tribulaciones que sufrieron sus muy piadosos nietos. Ciertamente que él era el hombre que estaba más satisfecho de que Yudhiṣṭhira hubiera sido puesto en el trono en lugar de Duryodhana, y, así pues, comenzó a congratularlo. (S.B.  1º, Cap. 9, V. 11, págs. 423-424).

TEXTO 42

TaiMaMaMahMaJa& Xarqr>aaJaa&
ôid ôid iDaiïTaMaaTMak-iLPaTaaNaaMa( )
Pa[iTad*XaiMav NaEk-DaakR-Maek&-
SaMaiDaGaTaae_iSMa ivDaUTa>aedMaaeh" )) 42 ))

tam imam aham ajaà çaréra-bhäjäà
hådi hådi dhiñöhitam ätma-kalpitänäm
pratidåçam iva naikadhärkam ekaà
samadhi-gato ’smi vidhüta-bheda-mohaù

tam—esa Personalidad de Dios; imam—ahora presente ante mí; aham—yo; ajam—el innaciente; arīra-bhājām—del alma condicionada; h di—en el corazón; dhi ˜hitam—situado; ātma—la superalma; kalpitānām—de los espectaculadores; pratid am—en todas las direcciones; iva—como; na ekadhā—no uno; arkam—el Sol; ekam—sólo uno; samadhi-gataḥ asmi— he pasado por el trance en la meditación; vidhūta—estando liberado de; bheda-mohaḥ—erróneo concepto de la dualidad.

TRADUCCIÓN

Ahora puedo meditar con plena concentración en ese único Señor, Śrī Kṛṣṇa, presente ahora ante mí, porque ahora he trascendido los erróneos conceptos de la dualidad en relación con Su presencia en el corazón de todo el mundo, incluso en los corazones de los especuladores mentales. Él está en el corazón de todos. Al Sol puede que se lo perciba de diferentes maneras, pero el Sol es uno.

SIGNIFICADO

El Señor Śrī Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios Absoluta y única, pero mediante Su energía inconcebible se ha expandido en Sus múltiples porciones plenarias. El concepto de la dualidad se debe al hecho de ignorar Su inconcebible energía. En El Bhagavad-gītā (9.11), el Señor dice que sólo los necios lo toman por un simple ser humano. Semejantes hombres necios no están conscientes de las inconcebibles energías que Él posee. Mediante Su energía inconcebible Él está presente en el corazón de todos, tal como el Sol está presente ante todos en todas partes del mundo. Él se expande como Paramātmā en el corazón de todos mediante Su inconcebible energía, y también se expande como la refulgencia radiante del brahmajyoti mediante Su brillo personal. En El Brahma-saˆhitā  se afirma que el brahmajyoti es Su brillo personal. Por consiguiente no hay diferencia entre Él y Su brillo personal – el brahmajyoti - , o entre Él y porciones plenarias de Él tales como Paramātmā. Personas poco inteligentes que no están conscientes de este hecho, consideran que el brahmajyoti y Paramātmā son diferentes de Śrī Kṛṣṇa. Esa errónea concepción de dualidad está completamente apartada de la mente de Bhīṣmadeva, y ahora a él lo satisface el hecho de que sólo el Señor Śrī Kṛṣṇa es lo máximo en todo. Esta iluminación la logran los grandes mahātmas o devotos, tal como se declara en El Bhagavad-gītā (7.19), en donde se dice que Vāsudeva es lo máximo de todo, y que nada existe sin Vāsudeva. Vāsudeva, o el Señor Śrī Kṛṣṇa, es la Persona Suprema original, como lo confirma ahora un mahājana, y, por ello, tanto los neófitos como los devotos puros deben tratar de seguir los pasos de éste último. Ésa es la naturaleza de la línea devocional.

El Señor Śrī Kṛṣṇa como Pārtha-sārathi es el objeto de la adoración de Bhīṣmadeva, y el de las gopīs es el propio Kṛṣṇa en V ndāvana, como el muy atractivo Śyāmasundara. A veces, estudiosos poco inteligentes cometen el error de pensar que el Kṛṣṇa de V ndāvana y el de la Batalla de Kurukṣetra son personalidades diferentes. Pero esa errónea concepción se ha disipado por completo en Bhīṣmadeva. Incluso el destino del impersonalista lo constituye Kṛṣṇa como el jyoti impersonal, y el destino Paramātmā del yogī  también lo es Kṛṣṇa. Kṛṣṇa es tanto el brahmajyoti como el Paramātmā localizado, pero en el brahmajyoti o en Paramātmā no hay Kṛṣṇa o dulces relaciones con Kṛṣṇa. En Su aspecto personal, Kṛṣṇa es tanto Pārtha-sārathi como Śyāmasundara de V ndāvana, pero en Su aspecto impersonal Él no está ni en el brahmajyoti ni en Paramātmā. Grandes mahātmās como Bhīṣmadeva comprenden todos esos diferentes aspectos del Señor Śrī Kṛṣṇa, y en virtud de ello adoran al Señor Kṛṣṇa, conociéndolo como el origen de todos los aspectos. (S.B. 1º, Cap. 9, V. 42, págs. 467-468).

Bhīṣmadeva, alcanza el mundo espiritual:

TEXTO 44

SaMPaÛMaaNaMaajaYa >aqZMa& b]øi<a iNaZk-le/ )
SaveR b>aUvuSTae TaUZ<aq& vYaa&Saqv idNaaTYaYae )) 44 ))

sampadyamänam äjïäya
bhéñmaà brahmaëi niñkale
sarve babhüvus te tüñëéà
vayäàséva dinätyaye

sampadyamānam—habiéndose fundido en; ājñāya—después de saber esto; bhīṣmam—acerca de Śrī Bhīṣmadeva; brahmaṇi—en el Absoluto Supremo; ni kale—ilimitado; sarve—todos los presentes; babhūvuḥ te—todos ellos; tū ṇīm—callaron; vayāˆsi iva—como pájaros; dina-atyaye—al final del día.

TRADUCCIÓN

Sabiendo que Bhīṣmadeva se había fundido en la eternidad ilimitada del Absoluto Supremo, todos los allí presentes callaron, como los pájaros al final del día.

SIGNIFICADO

Entrar o fundirse en la ilimitada eternidad del Absoluto Supremo, significa entrar en el hogar original del ser viviente. Los seres vivientes son todos partes integrales y componentes de la Absoluta Personalidad de Dios, y, por lo tanto, están relacionados eternamente con Él como servidor y servido. El Señor es servido por todas Sus partes integrales, del mismo modo en que la máquina como un todo es servida por las partes que la integran. Cualquier pieza de la máquina que se aparte del conjunto, deja de ser importante. De igual manera, cualquier parte integral del Absoluto que se desprenda del servicio del Señor, es inútil. Los seres vivientes que están en el mundo material son todos partes integrales del todo supremo que han dejado de estar integradas, que han dejado de ser tan importantes como las partes integrales originales. Existen, sin embargo, seres vivientes integrados que están eternamente liberados. La energía material del Señor, que se denomina Durgā- akti, o la superintendente de la prisión, se ocupa de las partes integrales separadas, y por eso estas últimas se someten a una vida condicionada bajo las leyes de la naturaleza material. Cuando el ser viviente se vuelve consciente de este hecho, trata de ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios, y de ese modo comienza la necesidad espiritual del ser viviente. Esa necesidad espiritual se denomina brahma-jijñāsā, o “indagación acerca de Brahman”. Este brahma-jijñāsā logra el éxito principalmente mediante el conocimiento, la renunciación y el servicio devocional que se le presta al Señor. Jñāna, o conocimiento, significa conocimiento acerca de todo lo relacionado con Brahman, el Supremo; renunciación significa desapego del afecto material; y servicio devocional significa revivir mediante la práctica la posición original del ser viviente. Los seres vivientes que logran el éxito y que son merecedores de entrar en el reino del Absoluto, reciben el nombre de jñānīs, yogīs y bhaktas. Los jñanīs y yogīs entran en los impersonales rayos del Supremo, pero los bhaktas entran en los planetas espirituales conocidos como los  Vaikuṇ˜has. En esos planetas espirituales rige el Señor Supremo como Nārāyaṇa, y los seres vivientes no condicionados y sanos viven allí, prestándole al Señor servicio amoroso en la capacidad de sirviente, de amigo, de padres y de novia. Allí, los seres vivientes no condicionados disfrutan en plena libertad de la vida con el Señor, mientras que los yogīs y jñānīs impersonalistas entran en la refulgencia radiante e impersonal de los planetas Vaikuṇ˜has. Los planetas Vaikuṇ˜has son todos autoiluminadores como el Sol, y los rayos de los planetas Vaikuṇ˜has se denominan brahmajyoti. El brahmajyoti se difunde de una manera ilimitada, y el mundo material no es más que una porción cubierta de una insignificante parte de ese mismo brahmajyoti. Esa cobertura es temporal, y, por lo tanto, es una clase de ilusión.

Bhīṣmadeva, siendo un devoto puro del Señor, entró en el reino espiritual a uno de los planetas Vaikuṇ˜ha en que el Señor, en Su eterna forma de Pārtha-sārathi,  rige a los seres vivientes no condicionados que están constantemente dedicados a Su servicio.

El amor y el afecto que atan al Señor y al devoto se exhiben en el caso de Bhīṣmadeva. Bhīṣmadeva nunca olvidó al Señor en Su trascendental aspecto de Pārtha-sārathi, y el Señor se hallaba presente personalmente ante Bhīṣmadeva mientras éste pasaba al mundo trascendental. Ésa es la máxima perfección de la vida. (S.B. 1º, Cap. 9, V. 44, págs. 470-471).

Bhīṣmadeva, aprecia la misericordia del Señor:// Arrepentimiento de Bhīṣmadeva:

TEXTO 34

YauiDa TaurGarJaaeivDaUMa]ivZvk(-‚
k-clu/il/Taé[MavaYaRl/x(k*-TaaSYae )
MaMa iNaiXaTaXarEivRi>aÛMaaNa‚
Tvic ivl/SaTk-vce_STau k*-Z<a AaTMaa )) 34 ))

yudhi turaga-rajo-vidhümra-viñvak-
kaca-lulita-çramaväry-alaìkåtäsye
mama niçita-çarair vibhidyamäna-
tvaci vilasat-kavace ’stu kåñëa ätmä

yudhi—en el campo de batalla; turaga—caballos; rajaḥ—polvo; vidhūmra—se puso de un color cenizo; vi vak—ondeando; kaca—cabello; lulita—desparramado; ramavāri—traspiración; ala‰k ta—adornado con; āsye—a la cara; mama—mi; ni ita—afilada; araiḥ—por las flechas; vibhidyamāna—atravesado por; tvaci—en la piel; vilasat—disfrutando de placer; kavace—armadura protectora; astu—que haya; k ṇe—a Śrī Kṛṣṇa; ātmā—mente.

TRADUCCIÓN

En el campo de batalla (donde Śrī Kṛṣṇa asistió a Arjuna por amistad), el cabello ondeante del Señor Kṛṣṇa se volvió cenizo a causa del polvo levantado por los cascos de los caballos. Y debido a Su esfuerzo, gotas de sudor le humedecían la cara. Él disfrutó de todos esos adornos, realzados por las heridas ocasionadas por mis afiladas flechas. Que mi mente se dirija, pues, hacia Śrī Kṛṣṇa.

SIGNIFICADO

El Señor es la forma absoluta de la eternidad, la bienaventuranza y el conocimiento. Como tal, acepta gustosamente el trascendental servicio amoroso que se le presta en una de las cinco relaciones principales, es decir, ānta, dāsya, sakhya, vātsalya y mādhurya, o neutralidad, servidumbre, fraternidad, afecto filial y amor conyugal, cuando dicho servicio se le ofrece con amor y afecto genuinos. Śrī Bhīṣmadeva es un gran devoto del Señor, con la relación de servidumbre. De modo que, su acción de lanzarle afiladas flechas al cuerpo trascendental del Señor, es igual a la adoración que realiza otro devoto que le lanza suaves rosas.

Pareciera que Bhīṣmadeva se estuviera arrepintiendo de las acciones que cometió en contra de la persona del Señor. Pero, en realidad, el cuerpo del Señor no sintió dolor en absoluto, debido a Su existencia trascendental. Su cuerpo no es materia. Tanto Él Mismo como Su cuerpo constituyen una identidad espiritual completa. El espíritu nunca es atravesado, quemado, secado, humedecido, etc. Esto se explica vívidamente en El Bhagavad-gītā. Eso mismo se afirma en El Skanda Purāṇa. Se dice allí que el espíritu siempre es puro e indestructible. El espíritu no puede afligirse ni secarse. Cuando el Señor Viṣṇu aparece ante nosotros en Su encarnación, parece ser como una de las almas condicionadas y enjauladas en la materia, sólo para confundir a los asuras, o los no creyentes, que siempre están alertas para matar al Señor, incluso desde el mismo comienzo de Su aparición. Kaˆsa quería matar a Kṛṣṇa, y Rāvaṇa quería matar a Rāma, debido a que, por necedad, ellos desconocían el hecho de que al Señor nunca se lo mata, pues al espíritu nunca se lo aniquila.

Por lo tanto, que Bhīṣmadeva hiriera el cuerpo del Señor Kṛṣṇa es una clase de problema que desconcierta al no devoto ateo, pero los devotos, las almas liberadas, no se confunden.

Bhīṣmadeva apreció la actitud supremamente misericordiosa del Señor, porque Él no dejó a Arjuna solo, aunque lo molestaron las filosas flechas de Bhīṣmadeva, ni tampoco se mostró reacio a ir ante el lecho de muerte de Bhīṣmadeva, aun a pesar de que este último lo había tratado mal en el campo de batalla. El arrepentimiento de Bhīṣmadeva y la misericordiosa actitud del Señor son ambos únicos en esta imagen.

Śrī Vi vanātha Cakravartī µhākura, un gran ācārya y devoto con el humor de amor conyugal con el Señor, hace un comentario muy sobresaliente en relación con esto. Él dice que las heridas que las filosas flechas de Bhīṣmadeva produjeron en el cuerpo del Señor, le resultaron al Señor tan placenteras como el mordisco de una novia que muerde el cuerpo del Señor llevada por un fuerte sentido de deseo sexual. Ese mordisco del sexo opuesto nunca se toma como un signo de enemistad, ni siquiera si se produce una herida en el cuerpo. Por lo tanto, la pelea, como intercambio que era de placer trascendental entre el Señor y Su devoto puro, Śrī Bhīṣmadeva, no era mundana en absoluto. Además, como el cuerpo del Señor y el Señor son idénticos, no había ninguna posibilidad de heridas en el cuerpo absoluto. Las aparentes heridas causadas por las afiladas flechas engañan al hombre común, pero aquel que tiene un poquito de conocimiento absoluto puede entender el intercambio trascendental que hay en la relación heroica. El Señor estaba muy feliz con las heridas que las afiladas flechas de Bhīṣmadeva le causaron. La palabra vibhidyamāna es significativa, debido a que la piel del Señor no es diferente del Señor. Como nuestra piel es diferente de nuestra alma, en el caso nuestro la palabra vibhidyamāna, o estar magullado y cortado, hubiera sido muy apropiada. La bienaventuranza trascendental es de diferentes variedades, y la variedad de actividades del mundo terrenal no es más que un reflejo desvirtuado de la bienaventuranza trascendental. Puesto que todo en el mundo terrenal es cualitativamente mundano, está lleno de embriagueces, mientras que en el reino absoluto, como todo es de la misma naturaleza absoluta, existen variedades de disfrute sin embriaguez. El Señor disfrutó de las heridas que le hizo Su gran devoto Bhīṣmadeva, y debido a que Bhīṣmadeva es un devoto que participa de la relación heroica, él fija la mente en Kṛṣṇa en esa condición herida. (S.B. 1º, Cap. 9, V. 34, págs. 454-456).

Autoridad de Bhīṣmadeva:

TEXTO 16

Na ùSYa k-ihRicd]aJaNa( PauMaaNa( ved iviDaiTSaTaMa( )
YaiÜiJajaSaYaa Yau¢-a MauùiNTa k-vYaae_iPa ih )) 16 ))

na hy asya karhicid räjan
pumän veda vidhitsitam
yad vijijïäsayä yuktä
muhyanti kavayo ’pi hi

na—nunca; hi—indudablemente; asya—Su; karhicit—sea lo que fuere; rājan—¡oh, Rey!; pumān—cualquiera; veda—conoce; vidhitsitam—plan; yat—el cual; vijijñāsayā—con indagaciones exhaustivas; yuktāḥ—estando dedicados; muhyanti—confundidos; kavayaḥ—grandes filósofos; api—incluso; hi—indudablemente.

TRADUCCIÓN

¡Oh, Rey!, nadie puede conocer el plan del Señor (Śrī Kṛṣṇa). Aunque grandes filósofos indagan exhaustivamente, no obstante están confundidos.

SIGNIFICADO

Bhīṣma, la gran autoridad (una de las doce personas autorizadas), invalida por completo la confusión de Mahārāja Yudhiṣṭhira acerca de sus pasados actos pecaminosos y los sufrimientos resultantes, etc. Bhīṣma quería inculcarle a Mahārāja Yudhiṣṭhira que, desde tiempos inmemoriales, nadie ha podido determinar cuál es el verdadero plan del Señor, ni siquiera semidioses tales como Śiva y Brahmā. Entonces, ¿qué podemos nosotros entender de ese plan? Y también es inútil hacer indagaciones acerca de él. Ni siquiera la exhaustivas indagaciones filosóficas de los sabios pueden determinar cuál es el plan del Señor. El mejor camino consiste sencillamente en acatar las órdenes del Señor sin objetar. Los sufrimientos de los Pāṇ avas nunca se debieron a sus acciones pasadas. El Señor tenía que ejecutar el plan de establecer el reino de la virtud, y, por consiguiente, Sus propios devotos sufrieron temporalmente, a fin de establecer la conquista de la virtud. Bhīṣmadeva estaba satisfecho sin duda de ver el triunfo de la virtud, y estaba contento de ver al rey Yudhiṣṭhira en el trono, aunque él mismo peleó en su contra. Ni siquiera un gran guerrero como Bhīṣma pudo ganar la Batalla de Kurukṣetra, porque el Señor quería enseñar que el vicio no puede conquistar a la virtud, sea quien fuere el que trate de hacerlo. Bhīṣmadeva era un gran devoto del Señor, pero por la voluntad del Señor eligió pelear en contra de los Pāṇ avas, porque el Señor quería demostrar que un guerrero como Bhīṣma no puede ganar si está en el bando equivocado. (S.B. 1º, Cap. 9, V. 16, págs. 427-428).

TEXTO 19

ASYaaNau>aav& >aGavaNa( ved GauùTaMa& iXav" )
devizRNaaRrd" Saa+aaÙGavaNa( k-iPal/ae Na*Pa )) 19 ))

asyänubhävaà bhagavän
veda guhyatamaà çivaù
devarñir näradaù säkñäd
bhagavän kapilo nåpa

asya—de Él; anubhāvam—glorias; bhagavān—el más poderoso; veda—conoce; guhya-tamam—muy confidencial; ivaḥ—el Señor Śiva; deva- iḥ—el gran sabio entre los semidioses; nāradaḥ—Nārada; sāk āt—directamente; bhagavān—la Personalidad de Dios; kapilaḥ—Kapila; n pa—¡oh, Rey!.

TRADUCCIÓN

¡Oh, Rey!, el Señor Śiva, Nārada, quien es el sabio entre los semidioses, y Kapila, la encarnación de Dios, conocen todos las glorias de Él de un modo muy confidencial y a través del contacto directo.

SIGNIFICADO

Todos los devotos puros del Señor son bhāvas, o personas que conocen las glorias del Señor en diferentes y trascendentales servicios amorosos. Así como el Señor tiene innumerables expansiones de Su forma plenaria, así mismo existen innumerables devotos puros del Señor, los cuales se dedican al intercambio de servicio de diferentes humores. En general, hay doce grandes devotos del Señor, es decir, Brahmā, Nārada, Śiva, Kumāra, Kapila, Manu, Prahlāda, Bhīṣma, Janaka, Śukadeva Gosvāmī, Bali Mahārāja y Yamarāja. Aunque Bhīṣmadeva es uno de ellos, ha mencionado únicamente a tres importantes autoridades de las doce que conocen las glorias del Señor. Śrīla Vi vanātha Cakravartī µhākura, uno de los grandes ācāryas de la era moderna, explica que anubhāva, o la gloria del Señor, la aprecia primero el devoto en estado de éxtasis que manifiesta los síntomas de transpiración, temblor, llanto, erupciones corporales, etc., síntomas que se intensifican aún más por medio de la comprensión constante de las glorias del Señor. Esas diferentes comprensiones de bhāvas se intercambian entre Yaśodā y el Señor (al atar con sogas al Señor), y en el acto de conducir la cuadriga, acto que el Señor lleva a cabo en el intercambio de amor con Arjuna. Estas glorias del Señor se exhiben en el hecho de Él actuar como un subordinado ante Sus devotos, y ése es otro aspecto de las glorias del Señor. Aunque Śukadeva Gosvāmī y los Kumāras estaban situados en la posición trascendental, se convirtieron por medio de otro aspecto de bhāva, y se volvieron devotos puros del Señor. Las tribulaciones que el Señor les impone a los devotos constituyen otro intercambio de bhāva trascendental entre Él y los devotos. El Señor dice: “Yo pongo a Mi devoto en dificultades, y así el devoto se purifica más al intercambiar conmigo bhāva trascendental.” El poner al devoto en dificultades materiales implica liberarlo de las ilusorias relaciones materiales. Las relaciones materiales se basan en la correspondencia de disfrute material, lo cual depende principalmente de los recursos materiales. Por lo tanto, cuando el Señor retira los recursos materiales, el devoto se ve atraído en un ciento por ciento al trascendental y amoroso servicio del Señor. Así pues, el Señor saca al alma caída del fango de la existencia material. Las tribulaciones que el Señor le ofrece a Su devoto son diferentes de las tribulaciones que resultan de la acción viciosa. Como se mencionó anteriormente, todas esas glorias del Señor les son especialmente conocidas a los grandes mahājanas tales como Brahmā, Śiva, Nārada, Kapila, Kumāra y Bhīṣma, y uno es capaz de captarlas por la gracia de ellos. (S.B. 1º, Cap. 9, V. 19, págs. 431-433).

Bhīṣmadeva, bendecido por Paraśurāma:

TEXTOS 6–7

PavRTaae Naardae DaaEMYaae >aGavaNa( badraYa<a" )
b*hdìae >arÜaJa" SaiXaZYaae re<auk-aSauTa" )) 6 ))

viSaï wNd]Pa[MadiñTaae Ga*TSaMadae_iSaTa" )
k-+aqvaNa( GaaETaMaae_i}aê k-aEiXak-ae_Qa SaudXaRNa" )) 7 ))

parvato närado dhaumyo
bhagavän bädaräyaëaù
båhadaçvo bharadväjaù
saçiñyo reëukä-sutaù

vasiñöha indrapramadas
trito gåtsamado ’sitaù
kakñévän gautamo ’triç ca
kauçiko ’tha sudarçanaù

parvataḥ—Parvata Muni; nāradaḥ—Nārada Muni; dhaumyaḥ—Dhaumya; bhagavān—encarnación de Dios; bādarāyaṇaḥ—Vyāsadeva; b hada vaḥ—B hada va; bharadvājaḥ—Bharadvāja; sa- i yaḥ—junto con sus discípulos; reṇukā-sutaḥ—Paraśurāma; vasi ˜haḥ—Vasi ˜ha; indrapramadaḥ—Indrapramada; tritaḥ—Triya; g tsamadaḥ—G tsamada; asitaḥ—Asita; kak īvān—Kak īvān; gautamaḥ—Gautama; atriḥ—Atri; ca—y; kau ikaḥ—Kau ika; atha—así como también; sudar anaḥ—Sudar ana.

TRADUCCIÓN

Todos los sabios estaban presentes, tales como Parvata Muni, Nārada, Dhaumya, Vyāsa - la encarnación de Dios -, B hada va, Bharadvāja, Paraśurāma y sus discípulos, Vasi ˜ha, Indrapramada, Trita, G tsamada, Asita, Kak īvān, Gautama, Atri, Kau ika y Sudar ana.

SIGNIFICADO

Parvata Muni: Se le considera uno de los sabios más antiguos  que existe. Él es casi siempre un compañero de Nārada Muni. Además, ambos son cosmonautas capaces de viajar por los aires sin la ayuda de  ningún vehículo material. Parvata Muni es un deva i, o un gran sabio  entre los semidioses, como también lo es Nārada. Él estaba presente  junto con Nārada en la ceremonia de sacrificio de Mahārāja Janamejaya,  el hijo de Mahārāja Parīk it. En ese sacrificio se iba a matar a todas  las serpientes del mundo. A Parvata Muni y a Nārada Muni se les conoce  también como Gandharvas, porque pueden viajar por los aires, cantando las glorias del Señor. Como pueden viajar de ese modo, observaron desde el aire la ceremonia svayaˆvara de Draupadī (de elección de esposo). Al igual que Nārada Muni, Parvata Muni también solía visitar la asamblea real del cielo del rey Indra. Como Gandharva, a veces visitaba la  asamblea real de Kuvera, uno de los semidioses importantes. Una vez,  tanto Nārada como Parvata se vieron en problemas con la hija de Mahārāja S ñjaya. Mahārāja S ñjaya obtuvo de Parvata Muni la bendición de tener un hijo.

Nārada Muni: Se le asocia inevitablemente con las narraciones  de los Purāṇas. A él se le describe en el Bhāgavatam. En su vida anterior era hijo de una sirvienta, pero mediante la buena asociación con  devotos puros se iluminó en lo referente al servicio devocional, y en  la siguiente vida se convirtió en un hombre perfecto, comparable sólo consigo mismo. Su nombre se menciona en muchos lugares de El Mahābhārata. Él es el deva i más importante de todos, o el principal sabio entre los semidioses, y es el hijo y discípulo de Brahmājī; a partir de  él se extendió la sucesión discipular que proviene de Brahmā. Él inició a Prahlāda Mahārāja, a Dhruva Mahārāja y a muchos otros célebres  devotos del Señor, e inició incluso a Vyāsadeva, el autor de las Escrituras védicas, Vyāsadeva inició a Madhvācārya, y, de ese modo, la Madhva-sampradāya, en la que está incluida la Gau īya-sampradāya, se ha extendido por todo el universo. Śrī Caitanya Mahāprabhu pertenecía a esta Madhva-sampradāya; por lo tanto, desde Brahmājī, Nārada y Vyāsa,  hasta Madhva, Caitanya y los Gosvāmīs, todos pertenecían a la misma línea de sucesión discipular. Nāradajī ha instruido a muchos reyes desde  tiempos inmemoriales. En el Bhāgavatam podemos ver que instruyó a Prahlāda Mahārāja mientras éste se hallaba en el vientre de su madre, e  instruyó a Vasudeva, el padre de Kṛṣṇa, así como también a  Mahārāja Yudhiṣṭhira.

Dhaumya: Gran sabio que practicaba severas penitencias en Utkocaka-tīrtha y fue nombrado sacerdote real de los reyes Pāṇ avas. Actuó  como sacerdote de muchas funciones religiosas de los Pāṇ avas (saˆskāra), y, además, cada uno de ellos fue atendido por él durante los esponsales de Draupadī. Él estuvo presente incluso durante el exilio de  los Pāṇ avas, y solía aconsejarlos en aquellas circunstancias en que  se encontraban desconcertados. Él les enseño a vivir de incógnito durante un año, y los Pāṇ avas siguieron estrictamente sus instrucciones  durante ese período. Su nombre también se mencionó cuando después de la Batalla de Kuruk etra se realizó la ceremonia fúnebre general. En el  Anu āsana-parva de El Mahābhārata (127.15-16), le dio a Mahārāja Yudhiṣṭhira instrucciones religiosas muy detalladas. Él era en verdad el  tipo indicado de sacerdote para un cabeza de familia, porque podía  guiar a los Pāṇ avas por la senda correcta de la religión. Un sacerdote tiene la finalidad de guiar al cabeza de familia progresivamente por el sendero correcto del ā rama-dharma, o del deber propio de la ocupación de una determinada casta. Prácticamente no hay diferencia entre  el sacerdote de la familia y el maestro espiritual. Los sabios, santos  y brāhmaṇas eran especialmente quienes tenían que desempeñar dichas  funciones.

Bādarāyaṇa (Vyāsadeva): A él se le conoce como Kṛṣṇa, Kṛṣṇa-dvaipāyana, Dvaipāyana, Satyavatī-suta, Pārā arya, Parā arātmaja, Bādarāyaṇa, Vedavyāsa, etc. Fue el hijo que Mahāmuni Parā ara engendró en el vientre de Satyavatī antes de los esponsales de esta última con Mahārāja Śantanu, el padre del gran general, el abuelo Bhīṣmadeva.  Es una poderosa encarnación de Nārāyaṇa, y difunde por el mundo la sabiduría védica. Por eso, a Vyāsadeva se le ofrecen respetos antes de  cantar la literatura védica, especialmente los Purāṇas. Śukadeva Gosvāmī era hijo de él, y is tales como Vai ampāyana eran sus discípulos  en las diferentes ramas de los Vedas. Él es el autor de la gran obra  épica El Mahābhārata y la gran obra literaria trascendental conocida  como El Bhāgavatam. Los Brahma-sūtras - los Vedānta-sūtras, o Bādarāyaṇa-sūtras - fueron recopilados por él. Él es entre los sabios el autor  más respetado de todos por sus severas penitencias. Cuando quiso poner  por escrito la gran obra épica El Mahābhārata por el bien de toda la  gente de la era de Kali, sintió la necesidad de un escritor poderoso  que pudiera copiar todo lo que él le dictara. Por orden de Brahmājī,  Śrī Gaṇe ajī, se encargó de anotar el dictado con la condición de que  Vyāsadeva no dejara de dictar ni por un momento. El Mahābhārata se recopiló así mediante el esfuerzo conjunto de Vyāsa y Gaṇe a.

Por orden de su madre, Satyavatī, quien luego se casó con Mahārāja Śantanu, y a pedido de Bhīṣmadeva, el hijo mayor de Mahārāja Śantanu con su primera esposa, el Ganges (en la cultura védica, los ríos son  del género femenino), engendró tres hijos brillantes, cuyos nombres  son Dhṛtarāṣṭra, Pāṇ u y Vidura. Vyāsadeva recopiló El Mahābhārata después de la Batalla de Kurukṣetra y después de la muerte de todos los  héroes de El Mahābhārata. El Mahābhārata se expuso por primera vez en  la asamblea real de Mahārāja Janamejaya, el hijo de Mahārāja Parīk it.

B hada va: Sabio antiguo que se reunía de vez en cuando con Mahārāja Yudhiṣṭhira, a quien conoció en Kāmyavana. Este sabio narró la historia de Mahārāja Nala. Hay otro B hada va, que es hijo de la dinastía Ik vāku (El Mahābhārata, Vana-parva 209, 4-5).

Bharadvāja. Es uno de los siete grandes is, y estuvo  presente durante la ceremonia natal de Arjuna. A veces, el poderoso i observaba severas penitencias a orillas del Ganges, y su ā rama  aún es  célebre en Prayāga-dhāma. Se sabe que mientras este i se bañaba en el Ganges, se encontró casualmente con Gh tācī, una de las hermosas muchachas frívolas del cielo, y, en consecuencia, derramó semen, que fue  guardado y preservado en un tarro de barro y del cual nació Droṇa. Así  que Droṇācārya es el hijo de Bharadvāja Muni. Otros dicen que Bharadvāja, el padre de Droṇa, es una persona diferente de Maha i Bharadvāja.  Él era un gran devoto de Brahmā. Una vez se acercó a Droṇācārya y le  pidió que detuviera la Batalla de Kuruk etra.

Paraśurāma ó Reṇukāsuta:   Es el hijo de Maha i Jamadagni y Śrīmatī Reṇukā. Por eso también se le conoce como Reṇukāsuta. Es una de  las poderosas encarnaciones de Dios, y mató a toda la comunidad k atriya veintiuna veces. Con la sangre de los k atriyas complació a las almas de sus antepasados (de Paraśurāma). Más tarde se sometió a severas  penitencias en el Mahendra-parvata. Después de quitarles toda la Tierra  a los k atriyas, se la dio a Ka yapa Muni como caridad. Paraśurāma le  enseño El Dhanur-veda, o la ciencia de pelear, a Droṇācārya, porque resultaba ser un brāhmaṇa. Él estuvo presente durante la coronación de  Mahārāja Yudhiṣṭhira, y celebró la función junto con otros grandes   is.

Paraśurāma es tan antiguo, que se encontró tanto a Rāma como a  Kṛṣṇa en diferentes oportunidades. Él peleó con Rāma, pero aceptó a  Kṛṣṇa como la Suprema Personalidad de Dios. Además, elogió a Arjuna  cuando lo vio con Kṛṣṇa. Cuando Bhīṣma rehusó casarse con Ambā, la  cual lo quería por esposo, Ambā se encontró con Paraśurāma, y sólo porque ella lo solicitó, él pidió a Bhīṣmadeva que la aceptara por esposa. Bhīṣma rehuso obedecer su orden, si bien él era uno de los maestros espirituales de Bhīṣmadeva. Paraśurāma peleó con Bhīṣmadeva cuando éste  hizo caso omiso de su advertencia. Ambos pelearon muy severamente, y  al final Paraśurāma se sintió complacido con Bhīṣma y le dio la bendición de volverse el guerrero más grande del mundo.

Vasi ˜ha Muni: El gran y célebre sabio entre los brāhmaṇas, bien conocido como el Brahmar i Vasi ˜hadeva. Es una figura destacada tanto  en el período de El Rāmāyaṇa como en el de El Mahābhārata. Él celebró  la ceremonia de coronación de la Personalidad de Dios Śrī Rāma, y también estuvo presente en el campo de batalla de Kuruk etra. Él podía ir  a todos los planetas superiores e inferiores, y su nombre también está relacionado con la historia de Hiraṇyaka ipu. Entre él y Vi vāmitra hubo una gran tensión, porque este último quería su kāmadhenu, o vaca   cumplidora de deseos. Vasi ˜ha Muni rehusó prescindir de su kāmadhenu, y debido a ello Vi vāmitra mató a sus cien hijos. Como perfecto brāhmaṇa que era, toleró todas las provocaciones de Vi vāmitra. Una vez  trató de suicidarse debido a la tortura de Vi vāmitra, pero todos sus  intentos fracasaron. Saltó de una colina, pero las piedras sobre las  que cayó se convirtieron en un montón de algodón, y de ese modo se salvó. Se lanzó al océano, pero las olas lo llevaron a la orilla. Se lanzó al río, pero también el río lo llevó a la orilla. Así pues, todos   sus intentos de suicidio fracasaron. Él es, además, uno de los siete is y el esposo de Arundhatī, la famosa estrella.

Indrapramada: Otro r i célebre.

Trita:  Uno de los tres hijos de Prajāpati Gautama. Él fue el  tercer hijo, y sus otros dos hermanos eran conocidos como Ekat y Dvita. Los tres hermanos eran grandes sabios y estrictos seguidores de los  principios religiosos. A fuerza de severas penitencias fueron promovidos a Brahmaloka (el planeta en el que vive Brahmājī). Una vez, Trita  Muni cayó en un pozo. Él trabajó como organizador de muchos sacrificios, y como era uno de los grandes sabios, también fue a ofrecerle  respetos a Bhīṣmajī en su lecho de muerte. Él era uno de los siete sabios del Varuṇaloka. Era oriundo de los países occidentales del mundo,  y lo más probable es que perteneciera a los países europeos. En esa  época, el mundo entero seguía únicamente la cultura védica.

G tsamada:   Uno de los sabios del reino celestial. Era un amigo  íntimo de Indra, el rey del cielo, y era tan eminente como B haspatī.  Él solía visitar la asamblea real de Mahārāja Yudhiṣṭhira, y también  visitó el lugar en el que Bhīṣmadeva expiró. A veces explicaba las glorias del Señor Śiva ante Mahārāja Yudhiṣṭhira. Era hijo de Vītahavya,  y sus rasgos físicos se asemejaban a los de Indra. En ocasiones, los  enemigos de Indra lo tomaban por éste y lo arrestaban. Era un gran erudito de El ¬g Veda, y en virtud de ello era muy respetado por la comunidad brāhmaṇa. Llevó una vida de celibato, y fue poderoso en todos  los aspectos.

Asita: Había un rey del mismo nombre, pero el Asita que aquí se menciona es el Asita Devala ¬ i, un gran y poderoso sabio de la época. Él le explicó a su padre un millón quinientos mil versos de El Mahābhārata. Fue uno de los miembros del sacrificio de serpientes de Mahārāja Janamejaya, y, además, estuvo presente durante la ceremonia de coronación de Mahārāja Yudhiṣṭhira, junto con otros grandes is. Él también le dio instrucciones a Mahārāja Yudhiṣṭhira mientras estaba en la colina Añjana. También era uno de los devotos del Señor Śiva.

Kak ivān: Uno de los hijos de Gautama Muni y el padre del gran sabio Candakau ika. Era un miembro del parlamento de Mahārāja Yudhiṣṭhira.

Atri: Atri Muni era un gran sabio brāhmaṇa y uno de los hijos  mentales Brahmājī. Brahmājī es tan poderoso, que simplemente con pensar en un hijo puede tenerlo. Estos hijos son conocidos como mānasa-putras. De los siete mānasa-putras de Brahmājī y de los siete grandes sabios  brāhmaṇas, Atri era uno de ellos. En su familia nacieron también los  grandes Pracetās. Atri Muni tuvo dos hijos k atriyas que se volvieron  reyes. El rey Arthama es uno de ellos. A él se le cuenta como uno de  los veintiún prajāpatis. Su esposa se llamaba Anasūyā, y él ayudó a  Mahārāja Parīk it en sus grandes sacrificios.

Kausika: Uno de los r is que eran miembros permanentes de la asamblea real de Mahārāja Yudhiṣṭhira. A veces se encontraba al Señor Kṛṣṇa. Hay diversos otros sabios con el mismo nombre.

Sudar ana:  Esta rueda que la Personalidad de Dios (Viṣṇu o Kṛṣṇa) acepta como Su arma personal, es el arma más poderosa de todas, superior a los brahmāstras u otras armas desastrosas similares.  En algunas de las Escrituras védicas se dice que Agnideva, el dios del  fuego, le regalo esta arma al Señor Śrī Kṛṣṇa, pero, en realidad el  Señor la porta eternamente. Agnideva le obsequió esta arma a Kṛṣṇa  de la misma manera en que Rukmiṇī le fue dada al Señor por Mahārāja  Rukma. El Señor acepta esos regalos de Sus devotos, aun a pesar de que  los mismos son propiedad de Él eternamente. En el Ãdi-parva de El Mahābhārata hay una descripción detallada de esta arma. El señor Śrī Kṛṣṇa la usó para matar a Śi upāla, un rival del Señor. El también mató a  Śālva con esa arma, y a veces quería que Su amigo Arjuna la usara  para matar a sus enemigos  (El Mahābhārata, Virā˜a-parva 56.3). (S.B. 1º, Cap. 9, V. 6-7, págs. 414-419).

Bhīṣmadeva, bienqueriente de los Pāṇḍavas:

TEXTO 11

Paa<@uPau}aaNauPaaSaqNaaNa( Pa[é[YaPa[eMaSa®TaaNa( )
A>YaacíaNauraGaaé[ErNDaq>aUTaeNa c+auza )) 11 ))

pāṇḍu-putrān upāsīnān
praśraya-prema-saṅgatān
abhyācaṣṭānurāgāśrair
andhībhūtena cakṣuṣā

pāṇḍu — el difunto padre de Mahārāja Yudhiṣṭhira y sus hermanos; putrān — los hijos de; upāsīnān — sentados cerca en silencio; praśraya — estando abatidos; prema — con sentimientos de amor; saṅgatān — habiéndose reunido; abhyācaṣṭa — congratulado; anurāga — con emoción; aśraiḥ — mediante lágrimas de éxtasis; andhībhūtena — abrumado; cakṣuṣā — con sus ojos.

TRADUCCIÓN

Los hijos de Mahārāja Pāṇḍu se hallaban sentados cerca en silencio, abatidos por el afecto que le tenían a su moribundo abuelo. Viendo esto, Bhīṣmadeva los congratuló emocionalmente. En sus ojos había lágrimas de éxtasis, pues estaba abrumado por el amor y el afecto.

SIGNIFICADO



Cuando Mahārāja Pāṇḍu murió, sus hijos eran todos niños pequeños, y, naturalmente, fueron criados bajo el afecto de los miembros mayores de la familia real, específicamente por Bhīṣmadeva. Más adelante, cuando los Pāṇḍavas eran adultos, fueron engañados por el astuto Duryodhana y compañía, y Bhīṣmadeva, aunque sabía que los Pāṇḍavas eran inocentes y habían sido puestos en dificultades sin razón, por motivos políticos no pudo ponerse de parte de ellos. En la última etapa de su vida, cuando Bhīṣmadeva vio que sus muy excelsos nietos, encabezados por Mahārāja Yudhiṣṭhira, estaban sentados a su lado muy dócilmente, el gran guerrero abuelo no pudo contener sus lágrimas de amor, que se le salían de los ojos sin querer. Él recordó las grandes tribulaciones que sufrieron sus muy piadosos nietos. Ciertamente que él era el hombre que estaba más satisfecho de que Yudhiṣṭhira hubiera sido puesto en el trono en lugar de Duryodhana, y, así pues, comenzó a congratularlo. (S.B.  1º, Cap. 9, V. 11, págs. 423-424).
TEXTO 46

TaSYa iNahRr<aadqiNa SaMPareTaSYa >aaGaRv )
YauiDaiïr" k-ariYaTva MauhUTa| du"i%Taae_>avTa( )) 46 ))

tasya nirharaëädéni
samparetasya bhärgava
yudhiñöhiraù kärayitvä
muhürtaà duùkhito ’bhavat

tasya—su; nirharaṇa-ādīni—ceremonia fúnebre; samparetasya—del cadáver; bhārgava—¡oh, descendiente de Bh gu!; yudhiṣṭhiraḥ—Mahārāja Yudhiṣṭhira; kārayitvā—habiéndolo ejecutado; muhūrtam—por un momento; duḥkhitaḥ—acongojado; abhavat—se volvió.

TRADUCCIÓN

¡Oh, descendiente de Bh gu (Śaunaka)!, después de celebrarle los rituales funerarios al cadáver de Bhīṣmadeva, el pesar se apoderó momentáneamente de Mahārāja Yudhiṣṭhira.

SIGNIFICADO

Bhīṣmadeva no sólo era un gran líder de la familia para Mahārāja Yudhiṣṭhira, sino también un gran filósofo y amido de él, de sus hermanos y de su madre. Como Mahārāja Pāṇ u, el padre de los cinco hermanos encabezados por Mahārāja Yudhiṣṭhira, había muerto. Bhīṣmadeva era el abuelo más afectuoso de los Pāṇ avas y guardián de su nuera viuda, Kuntīdevī. Aunque Mahārāja Dhṛtarāṣṭra, el tío mayor de Mahārāja Yudhiṣṭhira, estaba presente para velar por ellos, su afecto estaba más del lado de sus cien hijos, encabezados por Duryodhana. Finalmente, se formó una camarilla colosal para privar a los cinco hermanos huérfanos de su justo derecho al reino de Hastināpura. Hubo una gran intriga, como es común en los palacios imperiales, y a los cinco hermanos se los desterró a la selva. Pero Bhīṣmadeva siempre fue para Mahārāja Yudhiṣṭhira un sincero y simpazitante bienqueriente, abuelo, amigo y filósofo, incluso hasta el último momento de su vida. Él murió muy feliz al ver a Mahārāja Yudhiṣṭhira camino al trono; de no haber sido así, hubiera dejado el cuerpo material hacía mucho tiempo, en vez de sufrir una agonía por los inmerecidos sufrimientos de los Pāṇ avas. Él simplemente estaba aguardando el momento oportuno, porque estaba totalmente seguro de que los hijos de Pāṇ u lograrían la victoria en el campo de batalla de Kuruk etra, ya que Su Señoría Śrī Kṛṣṇa era Su protector. Como él era un devoto del Señor, sabía que el devoto del Señor no puede ser vencido en ningún momento. Mahārāja Yudhiṣṭhira estaba muy consciente de todos estos buenos deseos de Bhīṣmadeva, y, por lo tanto, debía de estar sintiendo la gran separación. Él se lamentaba por estarse separando de una gran alma, y no por el cuerpo material que Bhīṣmadeva abandonó. La ceremonia fúnebre era un deber necesario, aunque Bhīṣmadeva era un alma liberada. Como Bhīṣmadeva no tenía hijos, el nieto mayor, es decir, Mahārāja Yudhiṣṭhira, era la persona indicada para realizar esa ceremonia. Fue un gran don para Bhīṣmadeva que un hijo igualmente eminente de la familia se encargara de los últimos ritos de un gran hombre. (S.B. 1º, Cap. 9, V. 46, págs. 472-473).

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